Rosa Elvira Vargas y Alonso Urrutia
Primera mujer que participa en la exhibición de paracaidismo en el zócalo capitalino durante el desfile conmemorativo de la Independencia nacional, la sargento primero Cecilia Canto se convirtió, por ese hecho, en un imán para cientos de personas.
Con su sonrisa nerviosa, Cecilia mostraba al término de la parada una suerte de timidez que podría verse como una gran paradoja frente al arrojo, la determinación y sobre todo la valentía con la que acomete los saltos. Pero se dejaba arropar por los “¡qué orgullo!” y las incontables felicitaciones de la gente que le pedía una foto, que le acercaba a sus niños pequeños para que los cargara.
Hace diez años se enroló en el ejército y lleva cinco años en la Brigada de Fusileros Paracaidistas. Suma ya 410 saltos.
Saltar en un escenario así, “es una sensación difícil porque el impacto es demasiado grande. Ver la plancha del zócalo, la mucha gente que te está viendo, es un compromiso muy grande y una exigencia de que debes hacer las cosas bien”, declaró en una breve charla con La Jornada.
Cecilia se apresta para ir a promoción el próximo año y conseguir su ascenso a subteniente. Por ahora tiene el nada fácil grado de Sargento primero auxiliar oficinista paracaidista.
Sobre la dificultad de una labor como la de lanzarse al vacío y accionar a tiempo para lograr se despliegue su paracaídas y aterrizar sin novedad, no duda en ubicar: “Esto es al pie de la letra. Así como te dicen (los instructores), así tienes que hacerlo.