¿La última y nos vamos?

El Primer Informe de Labores que realizó el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, pero a las 12 horas y en cadena nacional, fue más de lo mismo. Una mañanera más.
El texto del evento decía “Tercer Informe de Andrés Manuel López Obrador” y hubo quien nos dijo que era su Primer Informe de Labores por ser Primero de Septiembre, y por ley, debía entregarlo al Congreso de la Unión, para su Glosa correspondiente, por las fracciones parlamentarias de los diferentes partidos representados en la Cámara de Diputados.
No fue informe, sólo fue una repetición de lo que ha venido diciendo en sus conferencias mañaneras.
Luego, entonces, lleva ya unos 200 eventos similares en lo que va de este gobierno federal.
Habla de sus enemigos a los que ya tiene arrinconados y humillados.
Repite que estamos requeté bien y que seguirá regalando dinero a los ninis, y sus programas de bienestar, que en su mayoría, es la promoción de su imagen, con fines electorales, cayendo en la promoción de un parasitismo en la gente a la que no enseña a pescar, sino que les otorga limosna, a cambio de ningún compromiso social, educativo, ni de otra índole.
Vuelve a mencionar que no importa el crecimiento, sino la promoción de sus programas de regalar dinero.
No capacita, no forma, no promueve compromisos, no fomenta responsabilidades. Pero si promueve que la gente lo vea como el Salvador, a la entrega de dinero a cambio de ello.
Sigue en su afán de ahorrar, aunque haya desabasto de medicamentos, anulación de atenciones como la diálisis, medicinas para el VIH, y sobre todo para niños con cáncer.
Asegura que creó 350 mil nuevos empleos, pero nada dice de lo que sus críticos le reclaman, cuando le aseguran que se han perdido 700 mil empleos, no hay circulante, no hay confianza en comprar autos, casas, ni invertir, porque las acciones que ha promovido este gobierno, no lo permiten.
Aún no termina el primer año y ya los mexicanos debemos más 170 mil millones de pesos, que se pagaron a los tenedores de bonos y acciones derivadas del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM), que ordenó se dejara de realizar, con las consecuencias mencionadas.
Y a esos millones, habrá que sumarle 6 mil millones de dólares, por compromisos del mismo tenor, pero que por ser una cifra inmensa, se pagarán en los próximos 19 años.
No hay obras, no hay programas, que no sean para la región de donde es originario, como la zona de Campeche, Chiapas, Yucatán, Quintana Roo y Tabasco, donde llevará la refinería de Dos Bocas y El Tren Maya, obras que aún no tienen los permisos de Impacto Ambiental y que habrán de destruir lo que queda de selva en México.
Bueno, está el remedo de aeropuerto en Santa Lucía, que ni tiene conexión con el viejo aeropuerto y con el de Toluca, cuyas obras están paradas, por carecer de estudios de Impacto Ambiental y han descubierto que hay un cerro, que no habían visto.
Asegura que no habrá corrupción, pero sin licitar convierte al ejército en empresa constructora y las obras de Dos Bocas y del Tren Maya las ha entregado a empresas internacionales, sin que medie licitación alguna.
Eso es corrupción y nadie ha dicho nada aún sobre ese tema.
Asegura que los campesinos viven otra condición, pero en Guerrero, no hubo fertilizante para todos.
Pero no todo está perdido, pues siempre hay posibilidades de una reflexión en contrario y espero que en los próximos tiempos, el presidente valore y cambien algunas cuestiones que han sido criticadas como negativas en contra de la sociedad.
Sólo recuerdo que se dice que se vendió un avión, cuyo sólo no uso, nos deja un millón de pesos como deuda diaria. El avión está parado y nos dijeron que ya lo habían vendido.
La violencia está incontenible. Los muertos crecen y apenas hay indicios de que se busca la coordinación. En Guerrero, si ha funcionado y los índices han bajado. En el estado, hay crecimiento económico e inversiones que llegan a Acapulco y Zihuatanejo, pero no gracias a ninguna acción del nuevo gobierno. Al contrario anularon la Zona Libre de Puerto Unión y no hay ningún anuncio de que nos irá mejor en el próximo año en Guerrero.
Hay que esperar un poco y buscar que los ojos del gobierno federal, observen que en Guerrero, hacen falta acciones de infraestructura como en Oaxaca y la zona de donde es el presidente y no nos deje en el olvido.
Se requieren acciones coordinadas. De las 100 universidades, no veo nada, aún en el estado.
Es deseable que la UAGro, sea beneficiada con un mayor y mejor presupuesto y no inventar carreras, que no tiene siquiera reconocimiento de las autoridades educativas.
La campaña electoral ya terminó y las ocurrencias de los primeros meses, deben ser elementos para establecer que se han cometido errores y que el camino que nos lleve a un mejor destino, no se ha trazado.
Eso es lo que queremos todos los mexicanos y los guerrerenses, igual. Enhorabuena.