Baltazar Jiménez Rosales // “Con todo respeto y con toda honestidad”, el titular de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural y Pesca del Estado (Sagadegro), Alejandro Zepeda Castorena, dijo no tener conocimiento “de que haya maíz transgénico” en Guerrero.
En conferencia de prensa, el funcionario estatal, presumió, eso sí, de que la entidad presenta un superávit en la producción de maíz, con una cosecha anual en promedio de un millón 500 mil toneladas: “es el único sistema-producto en donde somos superávit nosotros, es decir, producimos más de lo que consumimos”.
Cabe recordar que hace unos días, el dirigente de la Central Campesina Independiente (CCI), Maclovio Avilés García, afirmó que fue de las regiones de la Montaña, Costa Chica y Costa Grande, que es donde se produce el maíz nativo, en el resto del estado ya se cultiva el maíz transgénico, ya que se ha vuelto una alternativa para aumentar la cosecha.
Cuestionado al respecto, Zepeda Castorena dijo sin embargo: “no tengo conocimiento con todo respeto y con toda honestidad te lo digo de que haya maíz transgénico”,
Puntualizo que existe una diferenciación entre las variedades de maíz que existen llamados híbridos que son modificaciones, pues mencionó que “la gente dice es que son maíces transgénicos, no es cierto, es una mejora de las razas de maíz que son variedades acriolladas, prácticamente”, indicó.
El titular de la Sagadegro informó que la producción anual de maíz en Guerrero es de un millón 500 mil toneladas, lo que significa un “superávit”, ya que es una cantidad suficiente para el consumo interno, de la totalidad toda vez que son 700 mil toneladas las que se destinan para el autoconsumo.
Indicó que en Guerrero se ha asumido la defensa del maíz nativo, como un patrimonio cultural y herencia generacional, y que la inclusión del programa para mejorarlo no representa una modificación, por lo que destacó la importancia de seguir produciendo el maíz nativo y evitar comprar maíz amarillo que se producen en Estados Unidos y que son modificados genéticamente.
Por lo anterior, expresó que la iniciativa de modificación del Artículo Cuarto y 27 Constitucional que impulsó la presidenta Claudia Sheinbaum, “nosotros lo abrazamos con mucho gusto”.
Zepeda Castorena mencionó especialmente los casos de Cuajinicuilapa, en la Costa Chica, que vende maíces criollo a Estados Unidos, y a diferencia de una tonelada que cuesta alrededor de 7 mil pesos, la venden entre 20 y hasta 25 mil pesos, “ellos (EUA), nos quieren vender maíz amarillo pero nos quieren comprar lo mejor que tenemos”, apunto.
El funcionario estatal expresó que la idea es alcanzar la autosuficiencia en la producción de maíz y aunque reconoció que ningún país es autosuficiente sí enfatizo la importancia de seguir trabajando en el tema del maíz.
Guerrero se localiza en la tabla media de maíces nativos, con sus 30 variaciones, de un total de 64 que hay en el país.