Seguimiento a casos de feminicidio depende de presiones de colectivos de mujeres y el crimen organizado

En las regiones Montaña y Costa Chica no los denuncian por temor a represalias

 

Baltazar Jiménez Rosales // Tras mencionar que en lo que va del año en Guerrero se han registrado 14 homicidios dolosos con presunción de feminicidio, la directora de la Asociación Guerrerense Contra la Violencia Hacia las Mujeres, Marina Reyna Aguilar, afirmó que desgraciadamente en los casos de feminicidios que se registran en esta entidad existe un grado considerable de impunidad e incluso en regiones como la Montaña y Costa Chica muchos de ellos ni siquiera son denunciados.

La activista defensora de los derechos de la mujer lamentó que en Guerrero la violencia contra las mujeres no para, ya que continúan presentándose casos y nuevas formas de asesinar a las mujeres muchos de los cuales, remarcó, desgraciadamente quedan impunes y a algunos de ellos se les ha dado seguimiento pero por las presiones ejercidas contra las autoridades, por grupos y colectivos de mujeres y familiares que exigen acceso a la justicia.

Comentó que en lo que va del año, la organización que dirige lleva contabilizados 14 feminicidios en diversos puntos del estado, de los cuales Acapulco va a la cabeza con siete casos, le sigue Zihuatanejo con dos, y con un caso, los municipios de Alcozauca, Taxco de Alarcón, Chilpancingo, Chilapa de Álvarez, Iguala e Igualapa.

Mencionó que estos feminicidios han ocurrido en municipios que tienen Alerta de Género, aunque la mayor parte se ha registrado en Acapulco: “a estas alturas estamos constatando que se están instalando las Comisiones del Sistema Estatal para Prevenir, Atender, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres que me parece importante porque cada una de las comisiones lleva un tema”, expuso.

No obstante, Reyna Aguilar lamentó que a muchos casos de feminicidios la autoridad ya no les da el seguimiento correspondiente: “muchos casos de estos ya no le dan seguimiento, si las víctimas indirectas tratándose de homicidios dolosos y feminicidios, si las víctimas indirectas no están presionando, no están al pendiente del seguimiento de los actos que en un primer momento hace la Fiscalía General del Estado, las carpetas quedan ahí, y hacen caso a los que sí están presionando”.

Dijo que los motivos por los cuales ya no se le da seguimiento a los casos de feminicidios van desde el temor de los familiares, porque en sus regiones saben que los victimarios tienen relación con el crimen organizado.

Enfatizó que esto representa un problema, porque los casos quedan impunes, lo que a su vez genera más impunidad, porque si los agresores no son sancionados por estos hechos, los que observan, “dicen: lo hago y no pasa nada”.

Refirió un caso de feminicidio registrado en el 2018, al cual la organización que encabeza le ha dado seguimiento debido a que en la Fiscalía prácticamente desapareció, aunque debido a que la Asociación Guerrerense Contra la Violencia Hacia las Mujeres ha estado al pendiente en el transcurso de la semana podría resolverse.

Expresó que en el caso de los feminicidios la exigencia es que haya “acceso a la justicia, pero también que juzguen con perspectiva de género, que en estos casos no haya duda de quién fue el responsable en este caso, que la Fiscalía en su momento no hizo los actos adecuados, pero el tema es que ahí están, por eso quedan muchos casos impunes”, insistió.

Casos como este, dijo, se resuelven por la presión de organizaciones y la sociedad civil, y aunado a esto, destac la importancia que debe tener la coordinación entre quienes procuran y administran la justicia, es decir entre la Fiscalía General de Justicia y el Poder Judicial, porque “si no hay una coordinación para lograr un objetivo de acceso a la justicia los casos quedan impunes, y los índices se aumentan”, enfatizó.

Dijo que si se hiciera un balance del número de carpetas que se abren por homicidio doloso y feminicidios y cuantas de estas tienen una sentencia condenatoria, “nos vamos a llevar una gran sorpresa”.

Afirmó finalmente que en Guerrero, hay casos de feminicidios que no se documentan en regiones como la Montaña y la Costa Chica, ya que ni siquiera fueron denunciados y aunque en la comunidad donde se registran saben de este tipo de hechos, y de los presuntos responsables, no llegan a la Fiscalía a través de una denuncia.