Ha transcurrido casi medio año en que arrancó su segundo periodo como presidenta municipal de Eduardo Neri (Zumpango) y al igual que en el trienio 2021-2024, se ha esforzado en dar buenos resultados a sus gobernados.
Realizar gestiones ante las autoridades estatales y federales, trabajar cerca de la gente, no confrontarse con nadie y rendir cuentas claras de los recursos que maneja, son su mejor carta de presentación. Por eso sus paisanos la reeligieron en las urnas el pasado 2 de junio.
En efecto, me refiero a la química bióloga parasitóloga Sara Salinas Bravo, una mujer que ha hecho historia en el municipio de Eduardo Neri, ya que ha sido la primera autoridad municipal en reelegirse en el cargo.
Por su arduo trabajo en territorio y gobernar sin colores partidistas, encuestadoras serias la ubican como una de las mejores autoridades municipales del estado de Guerrero.
El pasado 5 de febrero, la empresa regiomontana Demoscopia Digital dio a conocer una encuesta que aplicó en enero de este año, en la que la presidenta municipal de Eduardo Neri aparece en el primer lugar de aprobación con el 56.4%, seguida de los alcaldes de Zihuatanejo de Azueta y Ometepec, Liz Tapia Castro y Rigoberto Chacón Melo, quienes obtuvieron el 55.3% y 54.2%, respectivamente.
En el último lugar aparece el presidente municipal de Chilpancingo, Gustavo Alarcón Herrera, con el 33.2%.
En la encuesta publicada en el mes de enero, también por Demoscopia Digital, Sara Salinas Bravo se ubica en el segundo lugar de los alcaldes guerrerenses mejor evaluados por dicha empresa, con el 51.5%.
Sara Salinas se ha ganado el cariño de sus paisanos y el respeto de los dirigentes estatales de los partidos de la 4T (Morena, PT y el PVEM).
En 2021 abanderó al PT y se enfrentó al tsunami electoral representado por Morena y al gobierno municipal del PRD. Hizo una buena campaña y ganó la elección.
La gente de la cabecera municipal y de las demás comunidades de Eduardo Neri se cansaron de estar gobernados durante seis años por personajes que no cuidaron la paz social y que solamente se dedicaron a ver por sus intereses políticos y personales.
Ganó la alternancia en Eduardo Neri y la tranquilidad regresó en ese municipio situado en la región Centro del estado.
Los zumpangueños se sienten más seguros de caminar por las calles e ir a trabajar a sus centros laborales. La economía local también mejoró.
Hoy Zumpango tiene otro rostro. No es el mismo de hace seis años.
Sara Salinas logró en poco tiempo hacer un buen gobierno, un gobierno de puertas abiertas, un gobierno que le apuesta a la transformación social.
No es una presidenta municipal improvisada. Sabe trabajar en equipo y rodearse de gente responsable.
En 2024 obtuvo más votos que en 2021. De hecho, no solamente fue candidata del PT, sino también de Morena y el PVEM.
Insisto, Sara Salinas trabaja más allá de colores partidistas. Trabaja para todos, porque también es parte del pueblo.
El PT hizo bien en postularla como su candidata en 2021 y en 2024. Y los resultados ahí están. Es de las y los mejores presidentes municipales evaluados de Guerrero, superando, incluso, a los que gobiernan los municipios más grandes de la entidad.
En los últimos cuatro años se han realizado importantes obras sociales a favor de los habitantes de Eduardo Neri, porque la alcaldesa sabe tocar puertas en el gobierno del estado y en la federación. Y lo más importante: administra con responsabilidad los recursos del pueblo y entrega a tiempo las cuentas públicas ante la Auditoría Superior del Estado (ASE).
Ojalá los demás presidentes municipales sigan su ejemplo.
ENTRE OTRAS COSAS… La Comisión de los Derechos Humanos del Estado de Guerrero requiere un titular o una titular que realmente esté al lado de las víctimas y no del poder.
Durante los últimos años se ha convertido en un elefante blanco, que abraza a algunos presidentes municipales y actores políticos que vulneran los derechos humanos de los guerrerenses.
La Comisión de los Derechos Humanos del Estado de Guerrero tiene en este momento a una titular (Cecilia Narciso Gaytán) que no garantiza la protección de los derechos fundamentales de los ciudadanos. Es claro que está al servicio del poder y no le importa la autonomía de tan importante institución que fue creada en 1990 por el entonces gobernador del estado, José Francisco Ruiz Massieu.
Ojalá el próximo titular del organismo de derechos humanos de Guerrero sea un guerrerense con una trayectoria profesional intachable y que realmente vele por los derechos humanos de los guerrerenses, y no sea un tapete de los gobernantes en turno.
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