
Su gobierno siempre ha sido de puertas abiertas y de cero represión a los movimientos sociales. Y eso, desde luego, no a todos cae bien.
Desde que rindió protesta como gobernadora del estado –15 de octubre de 2021– ha sorteado obstáculos que parecían imposibles y ha construido acuerdos para fortalecer la gobernabilidad en Guerrero.
Por supuesto, me refiero a Evelyn Salgado Pineda, la primera mujer en gobernar estas tierras de sur y que ha demostrado tener más carácter que muchos de sus predecesores.
Tiene un estilo propio de gobernar y hacer política. El protagonismo no es lo suyo.
Evelyn Salgado es una gobernante seria y que trabaja todos los días por el bienestar de los guerrerenses.
A todos los presidentes municipales ha tratado con respeto, sin importar color partidista o ideología política.
Se entiende que intereses oscuros o perversos hacen hasta lo imposible para verla fracasar en su papel como titular del Poder Ejecutivo estatal, como ocurrió con otros gobernantes a finales del siglo XX y en la primera década del presente siglo.
La gobernadora está consciente que no es monedita de oro para caerles bien a todos, pero a diferencia de muchos que también han tenido el privilegio de gobernar Guerrero, tiende la mano a todos y busca resolver los problemas que se originan en diversos puntos del estado.
La tarde del martes 4 de marzo hizo acto de presencia en el auditorio “Sentimientos de la Nación” en Chilpancingo, en donde encabezó una mesa de diálogo en la que explicó a presidentes municipales y comisarios la distribución del presupuesto 2025 y cómo se atenderá cada uno de los planteamientos, reafirmando que todas las comunidades están contempladas en la planeación estatal.
La gobernadora Evelyn Salgado llegó a la reunión a las 16:00 horas, luego de que 6 mil pobladores de algunos municipios de las regiones Centro y Montaña Baja marcharan “pacíficamente” en dos puntos de la capital del estado y retuvieran a funcionarios estatales en las instalaciones del Poder Ejecutivo (Palacio de Gobierno).
La marcha no tenía razón de ser, y los funcionarios retenidos tenían la instrucción de escuchar los planteamientos de los manifestantes. Para gestionar obras y servicios hay formas, y lo que hicieron los alcaldes o los organizadores de la marcha, afectó el libre tránsito y la economía de los chilpancinguenses.
Sin embargo, el gobierno estatal fue tolerante a la marcha y escuchó con respeto a los ciudadanos que se trasladaron desde sus comunidades a Chilpancingo.
Se evitó que los ánimos se desbordaran. No hubo hechos que lamentar. Y eso bien vale la pena destacarlo.
Se garantizó en todo momento el derecho a la libre manifestación.
Sin ceder a presiones, la gobernadora Evelyn Salgado instruyó a los ejecutores de obra y a los responsables del sector Salud a realizar visitas a las comunidades para evaluar necesidades y garantizar la correcta aplicación de los recursos.
La gobernadora reafirmó su compromiso de trabajar con orden, equidad y transparencia para el desarrollo de todo el estado.
“Mi sugerencia es que el equipo que se encuentra aquí conmigo apoyando se presente en los municipios para atender personalmente todas y cada una de las peticiones que se están presentando aquí”, ordenó.
Evelyn Salgado demostró una vez más que tiene capacidad para lograr acuerdos y sin ceder a presiones, porque puntualmente explicó a los alcaldes y comisarios cómo está distribuido el presupuesto para este año.
Triunfó la política de diálogo y no se recurrió a la represión como ocurría en otros gobiernos.
La oposición nunca estará conforme con lo que hace el gobierno estatal. Y se entiende: muchos de los dirigentes partidistas apuestan a que Evelyn Salgado fracase antes de concluir el periodo para el que fue electa.
Lo cierto es que muchos de los que la cuestionan formaron parte de muchos gobiernos irresponsables que se vieron obligados a salir por la puerta trasera por hechos vergonzosos y de sangre.
Mejor que sean honestos y digan que añoran los favores y privilegios que tuvieron durante muchos años.
El próximo 15 de marzo, Evelyn Salgado cumplirá 3 años 5 meses como gobernadora de Guerrero. Con aciertos y desaciertos ha demostrado que las mujeres también pueden gobernar un estado tan bronco y con muchos problemas sociales.
Ojalá analice la permanencia de algunos funcionarios estatales que muy poco o en nada le ayudan en la solución de los conflictos sociales, como es el caso de la ajuchitleca Anacleta López Vega, quien como encargada de despacho de la Secretaría General de Gobierno, ha dado mucho que desear, porque es una funcionaria de escritorio y no de territorio.
Al que sí se le ve recorriendo el estado para atender los conflictos es al subsecretario de Gobierno, Francisco Rodríguez Cisneros, quien fue uno de los servidores públicos retenidos por los manifestantes “pacíficos” que el martes sitiaron el recinto oficial del Poder Ejecutivo.