
Mientras que el ASF prevé revisiones en presuntas desviaciones de recursos en anteriores gobiernos estatales, el auditor en Guerrero, Marco Cesar París Hidalgo se convierte de forma irresponsable en persecutor contra alcaldes municipales.
Segun, ediles señalan que las observaciones que se ejecutan desde la Auditoría del Estado obedecen a persecuciones de carácter político, sin que haya respeto y tolerancia con los periodos para subsanar las comprobaciones de las cuentas públicas de los ayuntamientos
Muestra de ello, en declaraciones irresponsables en el propio titular del ASE quien se ostenta entre la soberbia y la falta de valor en enviar señales de amenaza a presuntos presidentes municipales que están sometidos en ciertas observaciones
Lo anterior ha generado incertidumbre a ediles que tienen observaciones millonarias en sus cuentas y que están en la vista de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), sujetos a investigación con los desvíos de recursos públicos de sus gobiernos.
Inclusive, el propio Cesar París Hidalgo se jacta en señalar que algunos alcaldes municipales no tienen calidad moral como autoridad por la falta de transparencia en los ejercicios de los programas de sus respectivos gobiernos.
Antes de juzgar y descalificar entre la corrupción y la simulación Marco Cesar París debería revisar su historial en los cargos donde también fue actor en desviar recursos públicos, de lo que tuvo que salir por la puerta de atrás en un entorno de verguenza.
Es de pena y efectivamente de vergüenza recordar los actos de corrupción del pasado del auditor del estado y que en el presente no conduzca una política de certeza de fiscalización y enviando amenazas en sus declaraciones contra alcaldes
Aunque, por separado los presidentes municipales insisten que la persecución está orquestada al interior del ASE por el mismo Cesar París a modo particular, mientras que los ediles han solicitado consideración con los plazos establecidos.
No obstante, ellos, (alcaldes) no descartan que las auditorías tienen un orígen entre la mentirá y la simulación desde la fiscalización, incluso, al igual también dentro de la propia secretaria de Contraloría y Transparencia gubernamental.
La persecución ha ocasionado una serie de reacciones en los alcaldes, aunque no están dispuestos a hincarse y someterse a capricho del seudo auditor del estado, solo exigen tolerancia con el proceso y plazo para subsanar sus comprobaciones.