Médula || Félix Salgado dos veces candidato natural

Por Jesús Lépez Ochoa // Quienes aspiraban a que el Toro sin Cerca fuera echado del ruedo deberán seguir enfrentando lo que para ellos debe ser una fría realidad. Félix Salgado Macedonio es aún el candidato natural de Morena al gobierno de Guerrero.

Se ha mantenido como tal desde el proceso interno que ganó en 2021 al grado que ni sumando lo que traen en las encuestas todos los demás pueden empatarle.

Como ejemplo, en la realizada recientemente por Demoscopia Digital la senadora Beatriz Mojica Morga, la alcaldesa de Acapulco Abelina López Rodríguez, el diputado local Pablo Amílcar Sandoval Ballesteros y el dirigente estatal de Morena Jacinto González Varona suman 26.7 puntos entre todos contra 28.9 de Salgado.

Ojo, estos porcentajes no son acerca de quién es más conocido, si no la respuesta a la pregunta muy específica sobre quién le gustaría a los encuestados que sea el candidato de Morena a gobernador de Guerrero.

Es decir, no es por popularidad, si no por preferencia, y esto no tiene nada qué ver con que su hija sea la gobernadora Evelyn Salgado, él ya era candidato natural antes que eso sucediera luego de que el Instituto Nacional Electoral le retirara su registro como candidato.

Mientras tanto el tan llevado y traído asunto del “nepotismo electoral” bautizado así por la presidenta Claudia Sheinbaum pero existente y persistente en la política mexicana desde siempre, volvió a caer en el mismo campo donde estaba: el de las decisiones éticas.

Ahí permanecerá hasta 2030 cuando entre en vigor la reforma constitucional propuesta por la mandataria.

Es decir que al menos durante los próximos cinco años los partidos continuarán decidiendo si postulan o no a familiares de quienes ostentan cargos de elección popular, y los políticos si buscan o no competir por ellos. Tal como hasta ahora.

Era previsible que en el Poder Legislativo se modificara el transitorio que ordenaba aplicar en 2027 la nueva disposición que busca imposibilitar a las personas a ser postuladas a cargos ocupados por familiares. Incluso en este espacio en su momento invitamos a tomarlo con cautela y la misma presidenta dijo que sería decisión de los senadores.

La disposición difiere de las definiciones de nepotismo, ya que no se da el supuesto de la designación por parte de un familiar, si no son los partidos los que seleccionan de acuerdo con sus métodos internos que van desde una convención de delegados, una elección interna, una encuesta o incluso una tómbola como ha puesto de moda Morena.

Incluso la misma iniciativa firmada por la presidenta dice textualmente que tiene “por objeto prohibir lo que se podría considerar como nepotismo electoral”, No se atreve a afirmar que se trate de nepotismo con todas sus letras.

Sin embargo se trata de una promesa de campaña de la presidenta que termina metiendo en un dilema ético a todos los partidos, pero sobre todo al suyo, porque apelarán a la moral quienes no necesariamente son ejemplo de moralidad, como en Guerrero donde más de uno quiere que se haga la moral en el Toro de su compadre, pero se han beneficiado de lo que ha estado permitido hasta el momento.

¿O ya se olvidaron de las triquiñuelas que pretendía hacer Jacinto González Varona para evitar que un suplente de otro grupo de los que dicen que no hay en Morena asumiera una diputación que él pretendía seguir controlando? Eso no es nepotismo pero tampoco algo muy moral y muy ético que digamos.

En fin, el tema seguramente va a dar para mucho debate de aquí a las definiciones, y demuestra que en política nada está escrito. Las cosas pueden cambiar en un segundo aunque hay tendencias que se mantienen, como es el caso de la candidatura natural de Félix Salgado en Guerrero.