Enfoque || No se ganará la guerra pero sí a conquistar la paz social en Guerrero

 

Carlos Díaz Figueroa

Una vez más de manera insistente, el contenido del discurso de estrategia de seguridad esta firme y comprometido en atención a las causas que originan la violencia delictiva, a fín de garantizar la paz social en el estado de Guerrero.

“No vamos a ganar la guerra pero sí vamos a conquistar la paz”, así lo reafirma la Gobernadora Evelyn Salgado Pineda en sincronía con el respaldo de la presidenta Claudia Sheinbaum a través del gabinete de Seguridad Pública Federal.

Para la Gobernadora de Guerrero no hay nada que impida continuar en el combate frontal con la delincuencia, corrupción e impunidad hasta lograr las condiciones de estabilidad de seguridad y bienestar integral en todas las regiones.

La convocatoria y el llamado, en referencia, es abierta a redoblar esfuerzos en coordinación con las instituciones involucradas en erradicar el fenómeno de inseguridad y violencia delictiva a lo ancho y largo de la entidad guerrerense.

En el contenido del discurso nuevamente, la mandataria estatal revela que en este tramo del gobierno se han sentado las bases de la estrategia de seguridad, mediante operaciones con los nuevos modelos de certeza en el combate.

Con la firma de convenios, la estrategia de seguridad no solo se opera en Guerrero, sino, también en coordinación regionales para blindar las zonas limítrofes en Oaxaca, Michoacán, Morelos, Puebla y el Estado de México.

En respuesta, la secretaria de Seguridad Pública y Participación Ciudadana Federal esta comprometida en el combate a la extorsión con el pago de piso (cuota), cuya estrategia obliga a salvaguardar a las familias de Guerrero.

A través del referido compromiso, el estado cuenta con el respaldo de las Fuerzas Armadas, a fin de combatir con medidas cautelares, sin límites en la actuación contra la delincuencia y la violencia delictiva que se genera día con día.

Concerniente al tema de seguridad, cabe indicar que en esta tarea debe permanecer el ejercicio firme en los tres órdenes de gobierno, en la que haya el compromiso firme para eliminar a mediano plazo el fenómeno de inseguridad.

De lo contrario, las coincidencias en los contenidos de los discursos en los niveles de gobierno serán compromisos a medias por encima y debajo de las estrategias para erradicar los actos de crimen y violencia en Guerrero y el país.

Las autoridades responsables de seguridad y procuración de justicia están obligados y sometidos a dar resultados, dejando por un lado el argumento y la justificación con este cáncer delictivo, en la que genera total incertidumbre.

Con ese mismo compromiso y visión, Guerrero puede dar apertura a un nuevo proceso a medida del alcance y entrega, de lo qué exige el pueblo y lo que por derecho le corresponde al gobierno cumplir con este dilema en extremo.