Roberto Santos // Hablar de igualdad de género y erradicación de la violencia contra las mujeres es necesario, pero transformar el discurso en acciones concretas es el verdadero reto.
En un estado como Guerrero, donde las cifras de violencia de género siguen siendo alarmantes y la brecha de desigualdad persiste en múltiples niveles, cualquier esfuerzo legislativo debe ir más allá de las buenas intenciones.
En el reciente encuentro entre diputadas de la Comisión para la Igualdad de Género del Congreso de Guerrero y representantes de colectivas y organizaciones civiles es un paso hacia el reconocimiento de que la agenda de género debe seguir construyéndose con quienes, día a día, enfrentan las realidades más crudas de la violencia y la desigualdad.
Lo que debemos destacar es el valor de las activistas y defensoras de derechos humanos, quienes se han convertido en verdaderos agentes del cambio en los procesos legislativos y sociales.
Las diputadas Leticia Mosso Hernández, Araceli Ocampo Manzanares y Gloria Citlali Calixto Jiménez coincidieron en la importancia de consolidar una agenda feminista en el Congreso, donde las reformas a los ordenamientos jurídicos se traduzcan en cambios reales y palpables para las mujeres.
Desde la creación de una Ley de Desaparición de Personas en Guerrero hasta la implementación de un Sistema Estatal de Cuidados, las demandas de las organizaciones son claras y reflejan necesidades reales.
No basta con leyes bien intencionadas; se necesitan instrumentos efectivos para garantizar su cumplimiento y evitar que queden en letra muerta.
Porque no se trata solo de plasmar derechos en papel, sino de garantizar que las instituciones cumplan con su deber de proteger y atender a las mujeres víctimas de violencia.
Por eso es fundamental que este diálogo se traduzca en leyes efectivas y cambios palpables.
En este encuentro las activistas han dejado sobre la mesa propuestas concretas: mejorar la atención en procuración de justicia, fortalecer la protección de las defensoras de derechos humanos, asignar mayores recursos para la atención de la violencia de género y garantizar condiciones dignas para trabajadoras del hogar y mujeres campesinas.
El Congreso del Estado una vez más ha abierto una puerta al diálogo, y se espera que las y los legisladores, pronto ofrezcan resultados de acuerdo a las propuestas expuestas.
Sin duda, existen aliadas y aliados en la Cámara de diputados que seguramente serán impulsores de estas propuestas para convertirlas en leyes, como es el mismo presidente de la JUCOPO, Jesús Urióstegui García, quien ha sido aliado de las mujeres en sus movimientos reivindicativos.
Hay que agregar que la lucha por la igualdad si bien es cierto que pasa por las leyes, son necesarias acciones que verdaderamente transformen la vida de las mujeres en Guerrero.
Y eso, en un país donde la violencia de género sigue cobrando vidas, no admite postergaciones ni excusas.
Por lo pronto, hay que aplaudir este tipo de encuentros que buscan coincidencias en un contexto plural, como ejemplo de una cultura política democrática, tan necesaria en nuestro país, donde los desencuentros se viven día a día.