Efectivamente, hay ciclos de reivindicacion ante cualquier adversidad política, por lo que en el gobernante debe radicar la admisión para remediar errores en dirección a la reconciliación en la apertura de la agenda política nacional
Bajo cordura y sentido político, Angel Aguirre Rivero refirió lo anterior, ante el desencanto en aquellos que aún no aceptan y entienden que los ciclos políticos no son permanentes y que a veces los periodos son de continuidad y vigentes.
En razón, el ex gobernador de Guerrero recordó a quienes acompañaron e impulsaron el movimiento transformador (Morena) y no fueron tomados en cuenta y ahora más allá de reivindicacion intentan dividir el actual proyecto nacional
Aguirre Rivero compartió una experiencia política que en una ocasión conversando con un actor político guerrerenses brillante a meses de terminar su gobierno le decía que era hora de hacer una lista de los agraviados descontentos.
Es decir, que los tiempos de reconciliación con los inconformes antes de terminar el ciclo de mandato deben estar reflejados en la admisión y respeto porque los “enemigos son de a deberás y los amigos verdaderos se cuentan con los dedos en las manos”.
Por lo que, la presidenta Claudia Sheinbaum debe considerar a través de ciertas reflexiones de causa y razón en estos más de 100 días de gobierno para identificar de orígen a los que sorpresivamente intentan confundir el legado de la transformación.
“Es difícil que el político deje de hacer política solo deja de hacer política hasta que se muere”, fue un indicador de Angel Aguirre referente a los ciclos y periodos de reivindicación, sin colores partidistas de frente a los desafíos que enfrenta el país.
Por ello, aunque existe el desencanto adversario, los mexicanos optaron por una nueva líder, una nueva presidenta que sabe bien que tiene un tramo de responsabilidad y que será la historia quien juzgue lo contrario a sus acciones.
En una admisión gradual, desde la campaña presidencial, Claudia Sheinbaum Pardo marco su propio estilo, aunque coincidiendo con la actitud de su antecesor con las formas políticas de continuidad y perseverancia de carácter nacional.
A manera que Angel Aguirre insiste en que es tiempo para la reconciliación en un escenario en el que reine la cordura y el sentido político, en razón con los pendientes en la agenda nacional y lograr el objetivo de superación en el país mexicano.