Sin agua y con un índice de inseguridad han sido estos primeros 100 días al igual que los tres años anteriores de un gobierno municipal en deterioro al margen de la seguridad y en completo desabasto con el problema histórico del agua en Acapulco.
La presidenta del municipio porteño Abelina López Rodríguez carece de oficio político gobernando sin rumbo, lejos de que los acapulqueños tengan una vida digna y de calidad ante la falta de certeza y mejores servicios públicos en sus hogares.
Solo por citar y evaluar estos primeros 100 días después de lograr la reeleccion se ha constatado que Acapulco está en deterioro, es decir en retroceso por incapacidad de una alcaldesa y por el propio aparato de gobierno ineficiente.
El gobierno de Abelina está evaluado entre los primeros municipios con mayor índice de violencia delictiva e inseguridad al igual con el dilema del agua, similar a lo que acontece en Chilpancingo con graves excesos de ingobernabilidad.
No hay ninguna diferencia en lo que se vive en la capital del estado con lo que día con día se presenta en Acapulco ambos municipios en los mismos escenarios aunque diferentes actores políticos con siglas partidistas distintas.
Lo evidente es que en el municipio porteño los índices de actos delictivos y la falta de calidad en los servicios públicos pareciera que no hay autoridad ni ley que permita que haya bienestar común y seguridad en las familias acapulqueñas.
Aún con la maquinaria bien aceitada con que cuenta López Rodríguez, Acapulco carece de gobernabilidad, sin que el gobierno tenga el control politico para hacerle frente a la violencia con aquellos que tienen el control del poder.
El contenido del discurso no cambia sigue vigente con cifras maquilladas en la simulación de un gobierno cada vez más vulnerable en políticas elaboradas solo de papel en un entorno sin rumbo y menos con visión para el presente y el futuro.
Abelina López solo se ocupa en hacer política de interés personal para colarse en búsqueda a la candidatura a gobernador de Guerrero, invadiendo de la responsabilidad en su calidad de primera autoridad municipal del puerto de Acapulco.
“Si el municipio le queda grande para el estado está imposibilitado porque en Guerrero no se improvisa para gobernar”, fue opinión de coincidencia en algunos asistentes que acudieron a escuchar el informe centenar de Abelina