Zona Cero || Los 100 días de gobierno y el anuncio de obras para transformar Chilpancingo

 

Roberto Santos // El próximo 17 de enero, el presidente municipal Gustavo Alarcón Herrera alcanzará los primeros 100 días de su administración.

Este hecho representa una oportunidad para mostrar los avances iniciales de su gobierno y delinear con claridad las acciones prioritarias que definirán el rumbo de Chilpancingo en los próximos años.

Alarcón Herrera trae en mano un conjunto de obras significativas, lo cual genera expectativas en una ciudad que requiere un cambio estructural urgente.

Sin embargo, para que estas obras no queden en promesas, es indispensable que se inscriban dentro de una política de gestión estratégica, alineada con las prioridades del gobierno federal y estatal, y que cuenten con el respaldo institucional de estas instancias.

Cualquier proyecto de alto impacto para Chilpancingo requiere una gestión tripartita: municipio, estado y federación.

La viabilidad de las obras depende no solo de los recursos locales, sino también del apoyo del gobierno de Evelyn Salgado Pineda, gobernadora de Guerrero, y de las dependencias federales.

La colaboración con la gobernadora y las secretarías federales, como la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) o la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU), permitirá que Chilpancingo acceda a los programas de infraestructura, asegurando que los proyectos se traduzcan en mejoras tangibles para la población.

Por ello no se ve fructífero que el presidente municipal busque alianzas con liderazgos nacionales del PRI, un partido que enfrenta un desgaste político significativo tras su derrota electoral.

El momento actual exige pragmatismo y fortalecer los vínculos con quienes tienen capacidad efectiva de apoyo en el gobierno estatal y federal, no con quienes no cuentan con los recursos políticos necesarios para incidir en el desarrollo del municipio.

Gustavo Alarcón tiene en sus manos una oportunidad histórica: consolidar un gobierno municipal que erradique las prácticas de corrupción, nepotismo y privilegios que han limitado el desarrollo de Chilpancingo.

Para ello, es fundamental establecer mecanismos de participación ciudadana que permitan a los habitantes ser parte activa en la toma de decisiones sobre las obras y programas prioritarios.

La creación de consejos ciudadanos, consultas públicas y observatorios independientes puede garantizar que las decisiones gubernamentales sean transparentes y respondan a las necesidades reales de la población.

Además, estas acciones fortalecerían la confianza entre la ciudadanía y el gobierno municipal.

El cambio que Chilpancingo necesita también debe atender aspectos sociales y culturales.

El reto es construir una ciudad que fomente la paz, la solidaridad entre vecinos, el respeto por la naturaleza y la reconstrucción del tejido social.

Esto implica impulsar políticas que promuevan la seguridad, la cohesión social y la inclusión, donde las familias y sectores más vulnerables estén en el centro de la agenda municipal.

El doctor Gustavo Alarcón Herrera está llamado a ser un agente de cambio, para marcar un antes y un después en la vida de la capital guerrerense.

Para lograrlo, debe priorizar la colaboración institucional y colocar los intereses de la población por encima de las estrategias políticas tradicionales.

En el marco de estos primeros 100 días de gobierno, no solo se espera que anuncie grandes obras, sino que también siente las bases para una nueva era de gobernanza, transparencia y participación ciudadana en Chilpancingo.