Cuando fue presidente por primera vez “fue el que menos migrantes deportó”
Baltazar Jiménez Rosales // La amenaza vertida por el presidente electo de Estados Unidos de América, Donald Trump, en cuanto a que durante su mandado llevará a cabo deportaciones masivas de migrantes, sólo es eso, “una amenaza común y corriente, porque le gusta hablar”, pero no ha generado temor ni entre en la población migrante ni entre los líderes de las organizaciones y clubes de connacionales que hacen vida en ese país del norte del continente, porque ya lo conocen.
Entrevistado vía telefónica, el presidente de la Federación Guerrerense Binacional con sede en California, Estados Unidos de América (EUA), Gaudencio Vélez Catalán, dijo que la confianza de las organizaciones de migrantes se basa en el hecho de que cuando Donald Trump fue presidente por primera vez “fue el que menos migrantes deportó”.
Además, agregó, lo que realmente quiere el presidente electo de los EUA es “una migración legal, no una migración ilegal, porque muchos grupos de supuestos migrantes de diferentes partes de Sudamérica usan nuestro país (México) para entrar a este lado y eso es lo que él no quiere, lo que él quiere es regular las medidas de entrada a Estados Unidos y que sea gente que no cuente con antecedentes ilícitos”.
En este sentido, Vélez Catalán descartó que al inicio del gobierno de Donald Trump ocurra alguna deportación masiva de migrantes, porque a lo que él le apuesta es que “sea una emigración ordenada y que todo mundo pueda venir a Estados Unidos, pero de manera regulada; incluso se dice que a todos los jóvenes que tuvieron un estatus como estudiantes, que son los ‘dreamers’, se les otorgue una residencia permanente”.
Por lo anterior, el dirigente de migrantes apostó que para la población migrante que radica en los EUA, la administración de Donald Trump será más de beneficios que de perjuicios, “es lo que consideramos nosotros”.
Mencionó que su confianza se basa en el hecho de que muchos líderes de migrantes están en el gabinete de Donald Trump, aunque reconoció que si es satanizado es porque “es fanático de hablar, le gusta mucho hablar y en ocasiones se ahorca con su lengua”, además de que también es su forma de negociar: “dar un primer golpe demoledor con algún anunció y a partir de ahí comenzar a negociar”.
No obstante, reiteró que como líder de una organización de migrantes en California, prefiere darle el beneficio de la duda y ver su comportamiento ya como presidente de los EUA a partir del 20 de enero de 2025, porque “ya lo conocemos, ya nos regaló cuatro años, que si bien no fueron los mejores, pero en cuestiones de la economía y del trabajo, nos fue muy bien”.
Vélez Catalán mencionó que en cuanto a las amenazas de Donald Trump, hay una pregunta hacia el gobierno de México y a las familias mexicanas que tienen migrantes en EUA: “le preguntaríamos a nuestro gobierno si ellos están preparados para recibir familias guerrerenses que voluntariamente renuncien a estar en los Estados Unidos y se regresen allá, porque a veces somos más extranjeros en México que aquí en Estados Unidos, porque cuando no llevan sus documentos en regla se pierden hasta seis meses o un año sin ir a la escuela, porque el gobierno mexicano no tiene una estrategia para recibirlos”.
No obstante, insistió en que la población migrante que radica en Estados Unidos de América ya conoce a Donald Trump “y la gente ya sabe que nomás dice, pero no lo hace”.
—¿No hay temor de los migrantes?, se le inquirió.
—Hasta donde yo veo no hay temor, a la gente no la veo preocupada, como en otras ocasiones, y eso me da seguridad.
Por si fuera poco, destacó, al propio gobierno de los EUA no le conviene la salida de los migrantes, porque toda la mano de obra es migrante y, en gran parte, mexicana, por lo que a las grandes empresas les afectaría enormemente la salida de mexicanos de ese país, porque a los estadounidenses natos no les gusta hacer cierto tipo de trabajos, porque “no tienen ni la capacidad ni los brazos como los de nosotros”, finalizó.