Roberto Santos // La glosa del Tercer Informe de Gobierno de la gobernadora Evelyn Salgado Pineda, ha trascendido como un ejercicio esencial para fortalecer la democracia y garantizar la rendición de cuentas en Guerrero.
El estado se encuentra en un contexto marcado por desafíos presupuestales, desastres naturales y las demandas crecientes de la ciudadanía, por lo que este proceso no solo se limitó al escrutinio de resultados, sino que se convirtió en un espacio para construir consensos y delinear el rumbo del estado.
Bajo la conducción del diputado Jesús Urióstegui, la 64 Legislatura reafirmó su compromiso con la transparencia y la pluralidad, pero también la confianza, coordinación y respeto con la ejecutiva del estado.
Por ello, este ejercicio legislativo destacó por un enfoque equilibrado entre la crítica constructiva y la colaboración interinstitucional, evidenciando que la supervisión gubernamental no debe ser un campo de confrontación, sino una plataforma para el fortalecimiento democrático.
Uno de los ejes principales fue la evaluación detallada de las políticas públicas.
Las comparecencias de los titulares de las dependencias permitieron identificar tanto los aciertos como las áreas que requieren ajustes.
Este análisis también sentó las bases para la creación de una agenda legislativa más robusta, orientada a responder directamente a las necesidades de los guerrerenses.
Al escuchar lo que informó cada funcionario y pedir que aclararan dudas acerca de los resultados de los programas, así como el uso de los recursos destinados a salud, educación y atención a desastres naturales, los legisladores no solo velaron por el buen manejo del presupuesto público, sino que fortalecieron las estrategias del gobierno del estado para un mejor impacto en lo social.
Este enfoque, además de beneficiar a la población por el buen funcionamiento de los programas y proyectos institucionales, fortalece la confianza ciudadana en la administración de la gobernadora Evelyn Salgado Pineda y el trabajo legislativo de los diputados locales.
Sabemos que vivimos tiempos complejos, por lo que hay que destacar el liderazgo del diputado presidente de la JUCOPO, Jesús Urióstegui García, quien demostró que es posible convertir un ejercicio de rendición de cuentas en un espacio de diálogo constructivo entre poderes.
Su capacidad para escuchar y garantizar la pluralidad permitió que cada voz fuera atendida, consolidando un Congreso responsable y comprometido con las demandas sociales.
La glosa del Tercer Informe no fue un fin en sí mismo, sino un medio para mejorar la gestión pública.
Sus hallazgos servirán como insumos clave para reorientar políticas, prevenir actos de corrupción y fortalecer la institucionalidad en Guerrero.
En un estado donde los desafíos son mayúsculos, este ejercicio representa un paso firme hacia un gobierno más transparente, eficiente y cercano a la ciudadanía.
Ese fortalecimiento en la relación entre el legislativo y el poder Ejecutivo, permite confiar que los compromisos asumidos en este proceso se conviertan en acciones concretas.
Solo así se podrá demostrar que la rendición de cuentas no es solo un acto protocolario, sino un motor para la transformación social y el desarrollo sostenible del estado.