Productores de la zona Norte tendrán que esperar hasta marzo que haya recursos y podría echarse a perder
Baltazar Jiménez Rosales // Productores de maíz de la zona Norte están sumamente preocupados porque al cerrarse el ciclo primavera-verano de este año, tienen alrededor de 20 mil toneladas del grano sin poder venderlas, mientras que el organismo Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex) ya les advirtió que en estos momentos no tiene recursos para comprárselas.
El dirigente de la Liga de Comunidades Agrarias y Sindicatos Campesinos, Evencio Romero Sotelo, dijo que esto es preocupante porque además de que necesitan recuperar la inversión que hicieron, los productores también enfrentan el problema de que el grano se les eche a perder.
Mencionó que en Guerrero es el organismo Segalmex el que compra el grano a los productores a un precio de garantía, sin embargo, en estos momentos ya les advirtió que en este momento no puede comprarles el maíz por la falta de recursos y que lo hará hasta que le sean liberado el presupuesto del 2025, que será allá por el mes de marzo.
“Esto preocupa mucho, porque el maíz almacenado podría comenzar a pudrirse y le entraría el gorgojo, porque no cuentan con silos adecuados para guardar tal producción del grano”, mencionó.
Refirió que los campesinos de la zona Norte están a grado tal preocupados que ya comenzaron a ver la posibilidad de movilizarse por la falta de atención, por lo que le hizo un llamado al gobierno del estado para que a través de los mecanismos con que cuenta le compre el maíz a estos productores.
Y es que dijo que mientras que en la zona Norte del estado los productores enfrentan este problema, en otras regiones como la Montaña necesitan el maíz, por lo que reiteró su llamado al gobierno estatal a que firme un convenio con los productores que enfrentan este problema para que estas 20 mil toneladas del grano se pueden trasladar a la Montaña y Acapulco para que la gente tenga qué comer.
Indicó que otro riesgo que hay es que estas 20 mil toneladas de maíz caigan en manos de acaparadores que lo compren a un precio ínfimo y después lo revendan a un precio estratosférico, “por eso es que estamos dando el grito a tiempo”.