En la decisión de forma propia que se consenso a través de la dirigencia nacional para nombrar a la Coordinadora Operativa Estatal de Movimiento Ciudadano en Guerrero nadie fue sorprendido, toda vez que la designación era un hecho desde hace tres meses.
Y efectivamente la nueva dirigente estatal, Gaby Bernal Reséndiz, tuvo el respaldo del máximo líder nacional Dante Delgado y del ex gobernador Héctor Astudillo Flores ambos mirando hacia el proyecto viable de Estado para el año del 2027.
La propuesta de acuerdo político se dio en tiempo y forma de la que nadie fue sorprendido, inclusive, el propio Mario Moreno Arcos quien se sentía con pleno derecho por haber sido ex candidato a gobernador y a senador, respectivamente.
Lo que quizá no entiendo es que Héctor Astudillo a través de las reuniones distritales fue sumando el mayor número de delegados para la renovación de la dirigencia estatal, sin que se presentara ningún precedente en tal designación en Guerrero.
Fue claro que la decisión de la dirigencia nacional y el arropamiento del grupo del ex gobernador, sin ningún efecto, resultando determinante en el empoderamiento mayoritario de los astudillistas a favor del nuevo liderazgo generacional en MC.
A quienes pregonan en opiniones encontradas que Mario Moreno no ha entendido las formas políticas al desafiar al adversario con mayor peso político a falta de cordura en esta segunda derrota primero con el PRI y reciente con el partido naranja.
No obstante, debe analizar que tiene a la vista la candidatura para la sucesión de 2027, mientras practique la prudencia y deje de cometer errores en declaraciones sobradas en desafiar a falta de sentido de pertenencia al partido naranja.
De lo que si hay lógica política es la forma del ex gobernador Héctor Astudillo en seguir apuntando a sus cuadros para cargos de elección popular, prueba de ello, la nueva integración de la Coordinadora Operativa Estatal emecista.
A todo ello, cabe recordar que MC-Guerrero tuvo un crecimiento exponencial que le permitió desplazar electoralmente a los partidos políticos tradicionales, y a distancia de MORENA, que arrasó para mantener el control politico del estado.