Roberto Santos // Guerrero, como muchos otros estados en México, enfrenta desafíos estructurales y complejos como la violencia, la inseguridad y la pobreza.
La solución requiere un enfoque integral y un trabajo constante.
Es en estos momentos difíciles, enmarcados en eventos violentos generados por la delincuencia, es cuando la unidad se convierte en la mejor estrategia.
Los actores políticos que llaman a la renuncia del gobierno, juegan un papel que puede beneficiar a aquellos que buscan aprovechar el ambiente de inestabilidad para obtener ventaja electoral o política.
Estos movimientos pueden fortalecer a quienes buscan desestabilizar el sistema en su propio beneficio, mientras que la unidad fortalece al gobierno, permitiéndole utilizar todos los recursos y capacidades del estado para enfrentar la crisis. La unidad no solo es un principio democrático, sino una necesidad urgente.
Los enemigos de la democracia a menudo buscan crear un clima de caos y división para socavar la confianza en las instituciones y debilitar las bases del sistema. Si los actores políticos se suman a las demandas de renuncia y desestabilización, estarán cayendo en la trampa de quienes se benefician de la fractura social.
Defender la estabilidad, por el contrario, es un acto de compromiso con el sistema democrático, que debe estar por encima de los intereses personales o de grupo.
En este contexto, la gobernadora Evelyn Salgado Pineda ha sido firme en su llamado a la unidad, recibiendo el respaldo de actores políticos clave como Evodio Velázquez Aguirre, exalcalde de Acapulco y líder del Movimiento Independiente Progresista (MPI).
Velázquez, en un claro mensaje de solidaridad, ha instado a la clase política y a la sociedad de Guerrero a cerrar filas con la mandataria. A través de un mensaje en redes sociales, el perredista destacó la importancia de sumar esfuerzos y poner un grano de arena para la mejora del estado.
Este llamado a la unidad de Velázquez coincide con los esfuerzos de Evelyn Salgado por consolidar su liderazgo ante un escenario marcado por actos de violencia y una creciente presión de sus adversarios políticos que han utilizado la situación para pedir su renuncia.
Quienes han tenido experiencia de gobierno saben que en momentos difíciles lo que se necesita es unidad, no división.
En una democracia madura, el respaldo institucional y el trabajo conjunto entre diferentes actores políticos y sociales son fundamentales para superar los desafíos que enfrentan las entidades.
La gobernadora, en su reciente intervención durante la inauguración de la nueva sede del Comité Ejecutivo Estatal de Morena, reafirmó su compromiso con Guerrero, recibiendo el apoyo de militantes y líderes de su partido.
En su discurso, Salgado destacó que “las mujeres sí podemos gobernar” y afirmó que, con voluntad y honestidad, es posible transformar el estado. Su mensaje fue claro: la unidad no solo debe ser una bandera de Morena, sino un llamado a todos los sectores para enfrentar juntos los problemas por los que atraviesa Guerrero.
Es cierto que en una democracia, las críticas al gobierno son siempre válidas y necesarias.
Sin embargo, estas deben ser constructivas y orientadas hacia la mejora. La política debe ser un espacio de diálogo, en el que se encuentren soluciones sobre la mesa.
El llamado a la renuncia, sin antes evaluar los esfuerzos y resultados del gobierno, solo contribuye a la polarización. Optar por la descalificación solo favorece a quienes buscan desestabilizar el sistema político para beneficio propio, mientras que un enfoque de apoyo y colaboración genera un ambiente de gobernanza más saludable.
En términos de resultados, la gobernadora ha demostrado avances concretos. En el ámbito de la seguridad, se ha logrado la modernización del C-4 en Chilpancingo, una infraestructura clave para la coordinación de la seguridad en el estado.
Además, ha impulsado la certificación de las corporaciones policiales, alcanzando un avance significativo del 40% en la homologación de las fuerzas de seguridad. La implementación del Protocolo Violeta ha tenido un impacto positivo, con una tasa de efectividad del 94% en la atención de casos de violencia de género.
En el sector turístico, uno de los más afectados por el huracán Otis, los esfuerzos de recuperación son notables. A tan solo dos meses de la devastación, Guerrero ha logrado rehabilitar 127 hoteles y reactivar la industria turística, alcanzando una ocupación del 74%.
Estos esfuerzos no solo reflejan la resiliencia de la población, sino también el compromiso del gobierno estatal con la reactivación económica, lo que es fundamental para la recuperación del estado.
El respaldo de figuras como Evodio Velázquez y Abelina López Rodríguez demuestra que, a pesar de las dificultades, existen consensos para seguir adelante con la reconstrucción del estado y el fortalecimiento de las instituciones.
En estos tiempos de polarización, es fundamental que los actores políticos comprendan que la competencia electoral no debe convertirse en un obstáculo para la acción gubernamental y que en lugar de alimentar la división y la desconfianza, es necesario respaldar al gobierno y trabajar en conjunto para enfrentar los desafíos de seguridad, economía y bienestar social.
La política debe ser un espacio de colaboración, no de confrontación. Es momento de poner los intereses del estado por encima de los intereses particulares o de los grupos delincuenciales.
Solo con unidad y compromiso será posible lograr la transformación que Guerrero necesita.