Roberto Santos // Por segunda semana consecutiva, Guerrero ocupa el cuarto lugar a nivel nacional en casos confirmados de dengue, una posición que refleja esfuerzos conjunto de los tres niveles de gobierno, pero que evidencia también la vulnerabilidad en la que se encuentra la población ante esta enfermedad.
En un estado como Guerrero, que enfrenta desafíos como la pobreza y la falta de infraestructura en salud, a lo que se le suma ser golpeado por Otis primero, y después por John, el dengue es una alerta más de las condiciones críticas en las que viven miles de guerrerenses.
Según Alondra García Carbajal, directora de Servicios de Salud de la Secretaría de Salud Guerrero, se han intensificado las actividades de prevención y combate al mosquito vector, apoyadas por un ejército de personal de vectores que recorren las casas y aplican medidas como fumigaciones y eliminación de criaderos.
Sin embargo, mientras la misma población no haga conciencia de lo fundamental de su participación en la contención de esta enfermedad, los esfuerzos serán insuficientes.
Quienes deben poner especial atención a mantener limpias sus casas, son aquellas familias que tienen bajo su cuidado a niñas, niños y adolescentes, los más afectados por el dengue, lo que subraya la importancia de la participación ciudadana en esta lucha.
García Carbajal insiste en la necesidad de mantener el hogar limpio y evitar acumulaciones de agua, mientras el vocero Randy Suastegui Cebrero señala que esta disminución de casos es producto de un esfuerzo coordinado, lo cual es encomiable, y debe marcar la ruta para seguir abordando el problema de salud.
No hay que olvidar que en Guerrero, el dengue dejó expuestas las necesidades del sistema de salud, que no fue suficiente ante la proliferación de esta enfermedad en su momento más crítico
Por eso, además de fumigar, aplicar abate y descacharrizar, se requiere fortalecer un sistema de salud que pueda atender a la población en emergencias sanitarias, o prevenir enfermedades y enfrentar epidemias de forma constante, como ya lo vivimos con el COVID y los huracanes.
Sin duda que hay avances, pero habría más si existen políticas públicas permanentes para fortalecer el sector Salud, como la gobernadora Evelyn Salgado Pineda lo está haciendo, y ojalá encuentre la disposición de la presidenta de México, Claudia Sheinbaum para hacer lo propio.
La lucha contra el dengue representa apenas una de las muchas batallas que enfrenta Guerrero.
Si bien los logros alcanzados en estas semanas pueden ser motivo de orgullo, también obliga a seguir insistiendo en la necesidad urgente de repensar un sistema de salud que esté a la altura de los desafíos presentes y futuros.
Porque detrás de cada caso de fallecimiento por dengue, puede haber una historia de pobreza, de desigualdad, desatención y de una estructura de salud pública que, si bien muestra logros, sigue dejando expuestos a quienes no tienen más opción que enfrentar solos las enfermedades que los acechan.