Roberto Santos // En un contexto nacional donde el feminicidio y la violencia de género continúan siendo problemas alarmantes, el estado de Guerrero ha logrado reducir la incidencia de este delito, de acuerdo al más reciente reporte del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).
Este informe, correspondiente al mes de agosto de 2024, coloca a Guerrero en el lugar 21 de la tabla nacional con 91 casos de feminicidio registrados desde diciembre de 2018, una cifra significativamente menor en comparación con otras entidades como el Estado de México (701 casos), Nuevo León (429), Veracruz (399) y la Ciudad de México (398).
Este panorama, en el que Guerrero también se ubica entre los estados con menor incidencia de violaciones, lesiones dolosas contra mujeres y violencia familiar.
Sin duda, es resultado de los esfuerzos implementados por el gobierno estatal bajo la dirección de la gobernadora Evelyn Salgado Pineda.
La entidad ocupa el lugar 25 en el delito de violación y el lugar 20 tanto en lesiones dolosas como en violencia familiar.
La administración estatal ha implementando estrategias que abarcan desde la atención inmediata a las víctimas hasta la prevención a largo plazo, con una visión de construir un entorno seguro y libre de violencia para las mujeres guerrerenses, de acuerdo a lo señalado por la gobernadora.
Evelyn Salgado Pineda ha enfatizado la importancia de un enfoque transversal que involucra a diversas dependencias gubernamentales, instituciones educativas y la sociedad civil, con el objetivo de cambiar las estructuras que perpetúan la violencia de género.
Entre las medidas más destacadas se encuentran el fortalecimiento de los refugios y centros de atención para mujeres víctimas de violencia, el aumento en los programas de capacitación para servidores públicos en perspectiva de género y la promoción de campañas de concientización en comunidades rurales y urbanas.
Estos esfuerzos han sido clave para revertir una historia de violencia que ha afectado a Guerrero por décadas.
No obstante, los retos aún persisten.
La violencia de género es un fenómeno complejo, con raíces profundas en las desigualdades sociales y culturales.
Aunque las cifras del SESNSP señalan una disminución en comparación con otros estados, no se puede bajar la guardia.
Por lo tanto, la tarea del gobierno y la sociedad es seguir trabajando de la mano para erradicar cualquier forma de violencia contra las mujeres, fortaleciendo los mecanismos de denuncia y asegurando la protección efectiva de las víctimas.
Así como trabajar sistemáticamente en la educación de los hombres fortaleciendo nuevas masculinidades.
Los avances en Guerrero representan una esperanza en un país donde las mujeres continúan enfrentando una grave amenaza a su seguridad.
Si bien queda mucho por hacer, el trabajo que se ha realizado hasta el momento es un paso significativo hacia un futuro más justo e igualitario para las mujeres guerrerenses.
El compromiso debe seguir firme, para que los esfuerzos actuales se traduzcan en una transformación duradera que garantice el bienestar de las mujeres en Guerrero y en todo México.