Roberto Santos // Tal como lo prometiera, la gobernadora Evelyn Salgado Pineda ha instruido a la Secretaría de Desarrollo Urbano, Obras Públicas y Ordenamiento Territorial para atender las afectaciones que el huracán “Jhon” dejara en el encauzamiento del río Huacapa.
La rapidez con la que se ha organizado un equipo multidisciplinario para abordar las consecuencias del desastre es digna de reconocimiento.
Los esfuerzos del gobierno del estado no se han limitado a la atención inmediata a la población afectada; también se han enfocado en el diagnóstico de los daños estructurales, particularmente en los socavones generados en el río Huacapa.
La instancia responsable para estar al frente de estos trabajos, será la SDUOPOT-Guerrero, que avanza a marchas forzadas con un equipo especializado en la atención del proyecto de diagnóstico y reconstrucción de las zonas afectadas del río.
El trabajo de la gobernadora incluye la planificación de proyectos para reparar lo dañado, y fortalecer las zonas sensibles o delicadas para evitar desastres futuros.
La empresa especializada y encargada del diagnóstico de la situación del rio Huacapa, ha realizado un levantamiento fotogramétrico, para revisar el estado físico y la situación que guarda en su composición y geometría, para analizar posibles alternativas de solución y estar en condiciones de corregirlas.
Y, en una segunda fase, el gobierno del estado hará las gestiones correspondientes ante el gobierno federal que encabeza Claudia Sheimbaum.
Después de que se sobrevoló con drones una longitud de 12 kilómetros, se ubicaron las afectaciones, y una de ellas es en la vialidad del Paseo Alejandro Cervantes Delgado y una parte del bulevard René Juárez Cisneros.
También se ubicaron viviendas dañadas, así como siete socavones.
Y que la falta de encauzamiento del río Huacapa en la zona Norte de Chilpancingo, ocasionó inundaciones en algunas colonias.
Gracias al apoyo de drones de segunda generación (Drone WintragOne) que sobrevolaron sobre el cauce del río y con el respaldo de fotografías aéreas, se determinó que faltan 635 metros de encauzamiento, más 70 metros de muros que tendrán que rectificarse, porque al construirse dentro del río para no afectar a las viviendas aledañas, finalmente al reconocer su cauce, provocó taponamiento e inundaciones.
Está claro que la recuperación de nuestro estado y el municipio de Chilpancingo, será un proceso que requerirá tiempo y esfuerzo conjunto.
Sin embargo, este tipo de crisis son un recordatorio de que en la adversidad se pueden encontrar oportunidad para la unidad y el fortalecimiento comunitario.
Es la mejor oportunidad para que, ciudadanos y autoridades, podamos avanzar juntos en la reconstrucción.
Porque la recuperación no es solo una tarea del gobierno; es un esfuerzo colectivo que requiere el compromiso de cada uno de nosotros.