MAREMÁGNUM || Alejandro Arcos: Consternación y luto

 

Ricardo Castillo Barrientos

Conocí a Alejandro siendo muy jovencito, como estudiante de la licenciatura de Ciencias Políticas y Administración Pública, a finales de la década de los noventas, cuando fue designado coordinador de Eventos Juveniles del Gobierno del Estado, en el interinato del gobernador Ángel Aguirre Rivero, con quien mantuvo una relación afectiva y comenzó hacer sus “pininos”, en la política guerrerense.

Para nadie es desconocido la prevalencia e impunidad de grupos criminales que operan en varias regiones de la entidad y uno de estos, arrebató la vida del joven político chilpancingueño de 43 años de edad.

Alejandro Arcos fue un incansable gestor social a favor de sectores sociales vulnerables, generándole simpatía y apoyo a sus aspiraciones políticas como militante del PRD, partido del que fue candidato a diputado local y a la presidencia municipal.

En el año 2011, el gobernador constitucional del estado, Ángel Aguirre Rivero, lo nombro director general del Instituto Guerrerense para la Atención de Adultos Mayores (IGATIPAM), cargo donde se desempeñó con profesionalismo y rectitud.

La capital del estado se ha visto envuelta en una espiral de violencia en la última década, por la férrea disputa de la codiciada plaza capitalina, ciudad estratégica por su ubicación geográfica y política.

Las condolencias de personajes políticos, empresariales, sociales y religiosas, han estado presentes a partir del domingo que se tuvo conocimiento de los hechos.

La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo y la gobernadora Evelyn Salgado Pineda, condenaron el asesinato de Arcos Catalán e indicaron que las investigaciones las podría atraer la Fiscalía General de la República (FGR).

El alcalde capitalino contaba con su propia custodia de la policía municipal, desconociéndose los motivos de la ausencia de estos, sin justificación aparente, salvo que así se los haya ordenado el propio presidente municipal, poniendo en riesgo su vida. Se han desatado una serie de especulaciones y conjeturas en las redes sociales, sin sustento ni comprobación sobre el grupo que se le atribuye el crimen.

Se desconoce si Arcos Catalán había solicitado a los gobiernos estatal y federal, reforzar su seguridad con motivo del asesinato del secretario general del Ayuntamiento, Francisco Gonzalo Tapia Gutiérrez; aunque en noticieros nacionales mostró temor por su vida y clamó por su seguridad y de su equipo de trabajo.

En Chilpancingo y Guerrero, existe una gran indignación y clamor de justicia para que se restaure la paz y tranquilidad, y las autoridades cumplan con eficacia la responsabilidad que le corresponde en el esclarecimiento del artero crimen.

El escritor emérito guerrerense, Juan Sánchez Andraka, se refiere así de Alejandro Arcos: “En mis ochenta y cinco años ha sido Alejandro Arcos Catalán el político más limpio, noble, honesto, sencillo y auténtico que he conocido.

Su máximo interés era que los chilpancingueños viviéramos mejor. Su mayor anhelo era cambiar la forma de ser y de hacer de sus paisanos. Transformar la mentalidad. Promover amor entre todos”.

Marea Baja.- La semana que feneció fue demasiada triste para los capitalinos con los sensibles fallecimientos del profesor Armando López López y el periodista y economista, Héctor García Álvarez, ambos personajes muy respetados y queridos por sus coterráneos.

Armando López cultivó el arte de la oratoria y la declamación. En su juventud fue líder de la Federación Estudiantil Universitaria Guerrerense (FEUG) y posteriormente, director de Actividades Cívicas del gobierno estatal, y maestro en la Escuela Normal del Estado.

García Álvarez sucedió a su padre don Héctor García Cantú, en la dirección del popular Diario de Guerrero, donde escribía cotidianamente la columna “Un Minuto”, de carácter social.

Nuestras más sentidas condolencias a ambas familias. Descansen en paz los dos distinguidos guerrerenses.

Marea Alta.- El Fiscal General del Estado, Zipacná Jesús Torres Ojeda, se durmió en sus laurales al ser rebasado por el líder nacional del PRI, Alejandro “Alito” Moreno, quien se anticipó a confirmar el asesinato de Alejandro Arcos Catalán, ante la incertidumbre que mantenía en vilo a la población de Chilpancingo, debido a la ola de rumores difundidos en las redes sociales.

El fiscal Torres Ojeda se vio muy lento en reaccionar, así como, Jesús Zambrano, líder del ex PRD, al emitir después de “Alito”, en un X (tuit), la funesta noticia. Alejandro Arcos militaba en ese partido y en alianza con el PRI-PAN, ganó apretadamente la alcaldía capitalina.

Maremoto.- Llama la atención con carácter de ¡SOS!, la inundación de varios barrios de la histórica ciudad de Tixtla, que una vez más, sufre las consecuencias del desbordamiento de la “laguna negra”, por los torrenciales aguaceros generados por el huracán “John”.

La historia se vuelve a repetir cíclicamente. Con los huracanes “Ingrid” y “Manuel”, en 2013, se inundó media ciudad durante casi cuatro meses, teniendo que intervenir la CONAGUA para desfogar grandes caudales con equipo especializado para tal fin.

Es hora que ningún gobierno se ha abocado a dar una solución definitiva para evitar en lo sucesivo, nuevos desastres que dejan en el desamparo a miles de familias tlixtecas.