Roberto Santos // A tres años de gobierno, y cuando el desgaste natural del poder comienza a pesar en la mayoría de los gobernantes, Evelyn Salgado Pineda parece haber encontrado la fórmula que muchos buscan y pocos encuentran: mantenerse firme en la aprobación popular.
La gobernadora llegó al 66.7% de aprobación, ocupando el cuarto lugar en el ranking nacional de mandatarios, según datos de Demoscopia Digital.
¿Qué es lo que la distingue? Quizás la clave radica en su estilo de gobierno, cercano y constante, siempre dispuesta a recorrer el estado, llevando servicios a la población de manera directa.
Salgado Pineda ha implementado un gobierno de territorio, práctica que ella misma encabeza, consolidado una imagen de mujer solidaria y cercana a la gente.
Llevar servicios y atención a las comunidades es algo que la ciudadanía aprecia, sobre todo en tiempos en los que la política parece muchas veces más distante que nunca.
Otro de los factores que ha jugado a su favor es la colaboración con el Gobierno de México para implementar los programas sociales que han beneficiado a miles de familias guerrerenses.
En un estado históricamente afectado por la desigualdad, estos apoyos son bien recibidos.
Sin embargo, lo que puede ser la acción más reconocida de su gobierno en los últimos meses, es su dedicación a la recuperación de Acapulco tras el devastador paso del huracán Otis.
En tiempo récord, la gobernadora y su equipo no solo lograron restablecer los servicios básicos, sino también reactivar la economía local, gracias al impulso del turismo nacional e internacional.
Y en un puerto donde el turismo es el alma que mantiene a flote a miles de familias, lograr una ocupación hotelera del 80% no es cualquier cosa.
A lo anterior hay que sumar los grandes eventos que Evelyn Salgado Pineda ha acordado en el plano nacional y que han beneficiado económicamente al puerto de Acapulco y al estado de Guerrero.
Claro, siempre habrá quienes desconfíen de las encuestas y cuestionen si el 66.7% es real o una ficción digna de cualquier consultoría.
Lo cierto es que no es nada fácil gobernar Guerrero, y la seguridad sigue siendo unos de los grandes retos donde queda mucho por hacer.
Se puede resumir que el trabajo de campo, la cercanía con la gente y la capacidad de respuesta ante las crisis son factores que le han permitido consolidarse como una de las gobernadoras mejor evaluadas del país.
Hasta es posible que si mantiene ese ritmo de trabajo atendiendo a la población, podamos ver que suba algunos niveles más de aceptación por parte de la ciudadanía.
Ojalá que durante los años que le restan, redoble las acciones para atacar la inseguridad, como lo hicieron en el municipio de Taxco, donde han detenido policías delincuentes y se hacen cargo de la seguridad.