Baltazar Jiménez Rosales // Tras expresar que en definitiva la parálisis en el Poder Judicial Federal impactará negativamente la impartición de justicia por el retraso que sufrirán los juicios, abogados litigantes demandaron que se abran los Juzgados Federales.
Entrevistado la mañana de ayer, el catedrático de la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAGro), Trinidad Zamacona López, reconoció que es válida la inconformidad de los trabajadores del Poder Judicial de la Federación expresada con este paro de labores indefinido ante la reforma judicial impulsada por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
No obstante, sí aceptó que esta medida adoptada por los trabajadores del Poder Judicial de la Federación en 29 de los 32 estados de la República sí afectará la aplicación de los justicia, ya que, de entrada, los ciudadanos que se quejan de justicia, no tendrán un tribunal que los ampare y los proteja del arbitrario.
El abogado reconoció que en estos momentos “la justicia está en crisis y el derecho está herido”, por lo que consideró que “los abogados tenemos la obligación de manifestarnos porque sean reabiertos todos los juzgados a la brevedad posible y que las partes lleguen a acuerdos y a consensos”.
Dijo ser de la idea que es necesaria una reforma al Poder Judicial, pero para hacer más pronta, expedita y más accesible a la justicia y no tarden tanto en resolverse los juicios, pero sí se pronunció en contra de que los ministros, magistrados y jueces sean electos a través del voto popular, porque esta medida trastoca la división de los Poderes del Estado.
Zamacona López vaticinó también que tras este paro de labores de los trabajadores del Poder Judicial de la Federación, los inconformes endurecerán su lucha, sobre todo porque desde el Ejecutivo y Legislativo los han acusado “de corruptos y vendidos y les han dicho de todo, pero no se les ha probado absolutamente nada, eso es lo que duele”.
El catedrático de la Facultad de Derecho de la UAGro, reconoció, eso sí, que el Consejo de la Judicatura falló como órgano depurador de los malos jueces y magistrados, ya que fueron opacos y no fueron transparentes hacia afuera.
Sin embargo, también destacó que con la reforma judicial impulsada por el presidente López Obrador lo que se busca es tener una “justicia dirigida y eso no puede ser”.
Al respecto puso como ejemplo que “los países mejor calificados, donde hay una mejor justicia, son Noruega, Dinamarca y Finlandia y la nación con la Corte Suprema más fuerte es India, en donde la Corte puede anular la mayoría de las leyes y órdenes dictadas por el gobierno”.
Y remarcó: “así queremos una Corte en México, con jueces que gocen de autonomía e independencia y debe ser firme en la aplicación del Derecho sin vender la justicia al mejor postor; que sea un juzgador pulcro, con capacidad, con habilidades y destrezas probadas, no que sea un juez popular, la justicia popular solamente llevará a la debacle en la aplicación del derecho de nuestro país”, finalizó.