Las Orquestas Comunitarias y Semilleros Creativos se presentarán en el Auditorio Sentimientos de la Nación
Baltazar Jiménez Rosales // El viernes de esta semana, el Auditorio Sentimientos de la Nación de esta capital del estado será sede del magno evento “Tengo un Sueño 2024”, que reunirá a un total de 390 alumnos, más 41 docentes de todos los Semilleros Creativos del Sistema Nacional de Fomento Musical de la Secretaría de Cultura Federal, tanto de música, danza, circo y teatro.
El director de la Orquesta Sinfónica Comunitaria Chilpancingo, Ángel Alejandro Velasco Álvarez, informó que normalmente, la Secretaría de Cultura Federal lleva a cabo este magno concierto denominado “Tengo un Sueño”, en el Auditorio Nacional de la Ciudad de México, en el que participan alumnos representantes de todas los Semilleros Creativos y Orquestas Sinfónicas Comunitarias de todos los estados, sin embargo, este año determinaron que Chilpancingo sea sede de este evento y participen, de igual forma alumnos de los Semilleros Creativos y Orquestas Sinfónicas Comunitarias que hay en Guerrero.
Los Semilleros Creativos son grupos de formación artística con enfoque comunitario para niños y jóvenes pertenecientes al Sistema Nacional de Fomento Musical de la Secretaría de la Cultura Federal, que en el caso de Guerrero existen en Chilpancingo, Iguala, Ometepec, Zihuatanejo y Acapulco en sus diferentes sedes como Renacimiento, Puerto Marqués, Bonfil y Casitas, de los cuales vendrán a esta capital del estado de todas las disciplinas que hay como las propias Orquestas, Coros, Teatro, Danza y Circo.
Comentó que la tarde del viernes, en el Auditorio Sentimientos de la Nación, en este evento “Tengo un Sueño 2024” actuarán 140 alumnos de las diferentes orquestas comunitarias además de 250 de otros Semilleros para un total de 390 alumnos, además de 41 docentes.
Velasco Álvarez indicó que para el acceso a este magno evento serán el gobierno del estado o al Secretaría de Cultura federal la que definan en estos días cuál será la mecánica, pues recordó que en los que se han llevado a cabo en años anteriores en la Ciudad de México regularmente la gente que acude entra previa aportación de un juguete o “un kilo de ayuda”.