(Primera parte)
El municipio de Tlapa de Comonfort ha sido gobernado por buenos, malos y pésimos políticos. Muy pocos son los que han destacado como eficientes servidores públicos y por su cercanía con el pueblo.
Algunos presidentes municipales no pudieron concluir el periodo para el que fueron electos, ya que abusaron del poder y fueron señalados en su momento por situaciones graves. Ahí tenemos el caso del priista Willy Reyes Ramos, acusado de ser el autor intelectual de los homicidios del diputado federal Moisés Villanueva de la Luz y su chofer Erick Estrada Vázquez, ocurrido en septiembre de 2011.
El morenista Dionisio Merced Pichardo García, quien gobernó en el trienio 2018-2021, tampoco se salvó de serios señalamientos en su contra y de su administración. De entrada, siempre se dijo que era un títere de Marco Antonio García Morales y porque manejó con total opacidad los recursos del Ayuntamiento de Tlapa de Comonfort.
Pero lo más grave fue que el 11 de octubre de 2019 un reconocido luchador social fue privado de su libertad y semanas después lo encontraron enterrado en el punto conocido como “Los Tres Postes”, en la carretera entre Tlapa e Igualita.
El Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan responsabilizó al alcalde Pichardo García y a su jefe de Gabinete, Marco Antonio García Morales, de la ejecución de Arnulfo Cerón Soriano, dirigente del Frente Popular de la Montaña.
Es un secreto a voces que en el corazón de la Montaña manda la delincuencia organizada y que los últimos dos presidentes municipales han sido solamente sus títeres.
En 2021 llega a la presidencia municipal un militante del PRI y muy cercano de Héctor Astudillo Flores, quien en ese entonces gobernaba la entidad. Pero no llegó limpiamente, sino a base de trampas y robo de urnas.
El 10 de agosto de ese año, Marcial Rodríguez Saldaña, dirigente estatal de Morena, denunció que Gilberto Solano Arreaga envió a un grupo de hombres armados que la noche del 6 de junio (después de la jornada electoral) se robó cuatro paquetes electorales en la colonia San Antonio, ubicado en la cabecera municipal.
“En Tlapa, el día de la jornada electoral, grupos armados se robaron cuatro paquetes electorales de la colonia San Antonio, de esos cuatro paquetes se lograron recuperar tres sábanas que ya tienen las firmas de los representantes de partido y funcionarios de casilla, esa se entregaron a la presidenta del distrito electoral 27, yo tengo copia, pero la presidenta en lugar de contabilizarlas las remitió a la Fiscalía General y no contó esos votos”, señaló el también ex rector de la Universidad Autónoma de Guerrero. (Milenio Diario, 10-VIII-2021).
Asimismo, sostuvo que la noche del 6 de junio hubo un primer recuento en el que ganaba Morena, pero en la madrugada hubo otro en el que ganaba la coalición PRI-PRD.
Y eso no es todo. Rodríguez Saldaña fue muy claro al señalar directamente a Gilberto Solano.
“Yo sí te lo digo: el candidato del PRI, al ver que estaban perdiendo mandó grupos armados a robarse los paquetes; yo no tengo ninguna duda en decirlo, porque ¿a quién más beneficiaba esa acción?”.
En ese entonces Morena no gobernaba Guerrero. Y el PRI maniobró para que Gilberto Solano llegara a la presidencia municipal de Tlapa.
Además de tramposo, farsante, ególatra y orquestar protestas contra el presidente Andrés Manuel López Obrador, el “hombre verde” —así le dicen por usar siempre una camisa verde— ha sido señalado también de gobernar con despotismo y de adjudicarse obras que no realizó ni gestionó.
Y fue el diputado federal y ex aspirante a la Presidencia de la República, Gerardo Fernández Noroña, quien lo puso en su lugar en un mitin que encabezó en el corazón de la Montaña:
“El alcalde pedorro de Tlapa se anda queriendo poner el sombrero. Anda haciendo caravana son sombrero ajeno, pinche inútil, corrupto…”. (Réplica, 24-04-2023).
ELECCIÓN 2024.- La elección del pasado 2 de junio fue inequitativa y desaseada en el municipio de Tlapa de Comonfort, y muy particularmente en lo que respecta a la elección de Ayuntamiento.
Gilberto Solano volvió hacer de las suyas, pero ahora desde la comodidad del poder y utilizando el aparato municipal a su favor.
Para empezar, no se conformó en imponer a Epifanio Solano Arreaga, su hermano menor y orgullo de su nepotismo, como candidato a primer regidor de la planilla del PRI.
Durante el periodo de campaña se cometieron diversas irregularidades.
Gilberto Solano, de acuerdo al Partido del Trabajo, rebasó el tope de gastos, usó recursos públicos para promover su imagen al inaugurar obras en plena campaña electoral y utilizó imágenes religiosas y a representantes del clero en la inauguración de obras…
El “alcalde pedorro” es un tramposo por excelencia y un enemigo claro de la democracia. (Continuará).