Contexto Político || Escuchar y cuidar la gobernabilidad en Guerrero

 

Efraín Flores Iglesias

Los cargos públicos son pasajeros, y eso lo entienden muy bien los políticos y gobernantes serios e inteligentes. Sí, aquellos que buscan mantener la gobernabilidad de un estado o de un país.

En el pasado reciente, algunos gobernadores prefirieron confrontarse con los presidentes de la República. Y los que perdieron más no fueron ellos, sino los ciudadanos.

Ningún pleito entre autoridades lleva a nada bueno. Lo vimos en el trienio 2005-2008 en Chilpancingo. El gobernador de ese entonces, Zeferino Torreblanca Galindo, marginó con obras y presupuesto al presidente municipal, Mario Moreno Arcos. La causa: no cuadrarse con él. Don Zeferino se creyó rey. De hecho, se publicó una creativa y ácida tira cómica en esa época que llevó por nombre  “El Reyezito”, con la cual el caricaturista Otero, del periódico “El Sur”, siguió de cerca al primer gobernador perredista de la entidad.

Zeferino Torreblanca se confrontó con medio mundo. Y no solamente con Mario Moreno, ahora ex militante del PRI. Lo hizo también con Alberto López Rosas y Félix Salgado Macedonio, personajes que fueron presidentes municipales de Acapulco en ese sexenio de la primera alternancia en Guerrero (2005-2011).

Hoy por hoy, Zeferino Torreblanca está en la fría banca. Muy pocos quieren saber de él en la política. 

Héctor Astudillo Flores fue otro gobernador que también menospreció a algunos presidentes municipales. Nadie olvida la forma en que trató al alcalde perredista de Acapulco, Evodio Velázquez Aguirre, ni al de Chilpancingo, Marco Antonio Leyva Mena

El gran “pecado” de Evodio y Marco Leyva fue no arrodillarse ante el gobernador que prometió orden y paz para Guerrero.

En su libro “Gobierne bien y hágalo saber. Comunicación de contacto directo y sentido común”, los consultores colombianos Andrés Lizarralde Henao y Carlos Villota Santacruz señalan puntualmente que “un verdadero líder no es el que quiere imponer a su antojo, ni aprovecha el poder para ejercerlo a su amaño pasando por encima de los demás, sino el que siempre está abierto al diálogo, busca la concertación…”.

Lamentablemente, a muchos gobernantes y líderes políticos les gana la soberbia y la vanidad.

Humildad es de lo que carecen la mayoría de los hombres y mujeres que ejercen el poder público, y no sólo en México, sino en todo el mundo.

Un estado como Guerrero requiere gobernantes sensibles y comprometidos con las causas sociales y con las leyes. Gobernantes que sepan escuchar y resolver conflictos.

Es cierto, Guerrero no es Disneylandia como un día lo dijera el gobernador René Juárez Cisneros (qepd), pero cuando hay voluntad política se puede hacer mucho a favor de los guerrerenses.

Al igual que un buen músico, el gobernante debe tener buen oído. Sí, buen oído para saber escuchar a sus gobernados y a sus asesores.

Actualmente, Guerrero es gobernado por una mujer que ha sabido moverse con inteligencia en las turbias aguas de la política. 

Tal vez no todos los integrantes de su gabinete han estado a la altura que demanda el pueblo de Guerrero. Muchos de ellos, recordemos, se han tenido que ir.

No hay ningún gobierno que no haya tenido bajas de secretarios de despacho o de directores generales. Además, en todos los gobiernos se han registrado crisis políticas o situaciones graves que han afectado la gobernabilidad del estado.

También es oportuno reconocer que la gobernadora Evelyn Salgado Pineda ha sabido escuchar a las organizaciones sociales y a miembros de fuerzas políticas que no comparten el programa de gobierno de Morena.

Este martes, por ejemplo, sostuvo una reunión en Chilpancingo con las madres, padres y familiares de los 43 normalistas de la Normal de Ayotzinapa, desaparecidos en septiembre de 2014.

El encuentro se desarrolló en un ambiente de respeto y diálogo, en donde la titular  del Poder Ejecutivo estatal reiteró el apoyo y el respaldo del gobierno del estado de Guerrero que encabeza, refrendando en todo momento el compromiso de seguir coadyuvando en la búsqueda y las investigaciones que realizan sobre el caso las instancias correspondientes.

“Nuestro gobierno es de puertas abiertas y de diálogo. Hoy, más que nunca, ratificamos nuestro deber en la búsqueda de la verdad. Como madre y como gobernadora seguiré trabajando sin descanso hasta obtener respuestas y hacer que la justicia prevalezca”, les dijo la gobernadora a los familiares de los 43 normalistas.

El encuentro es un buen mensaje que manda Evelyn Salgado a la sociedad, y muy en particular con ese sector social que fue afectado hace 10 años por gobiernos omisos e indolentes.

Respecto a la relación que mantiene con el gobierno federal, los legisladores locales y federales, presidentes municipales, los tres senadores por Guerrero y titulares de órganos autónomos, es evidente que todo marcha bien.

De eso se trata. Que todo marche bien. Que no haya pleitos estériles.

La gobernabilidad en Guerrero siempre debe ser prioridad para un gobernante responsable.

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