Enfoque || El cuadro ambicioso e inmoral de Alejandro Moreno Cárdenas

 

Carlos Díaz Figueroa

El escenario bochornoso en la reelección del presidente del PRI-Nacional no dejará de ser un acto desvergonzado de unos cuantos de lo que queda del partido y a tres años en lograr el objetivo de la sepultura por la ambiciosa continuidad de Alito.

La convocatoria para dar a conocer la propuesta de proselitismo es una presentación de verguenza sin escrúpulos de un dirigente nacional inclinado a rodillas en el chantaje y manipulando a miles de priístas utilizados en esta de fase de la reeleccion.

De forma desvergonzada es la actitud inmoral en el cuadro oportunista en un acuerdo más que por lo oscurito en las propias narices de la militancia en arreglar los estatutos a conveniencia particular y faltando el respeto a las bases del partido.

Hay quienes coinciden y descalifican como un perfil impresentable en el que no oculta el más desequilibrado defecto de carácter de la avaricia por su vulnerabilidad y pertenencia en acciones negativas en el sectario estigma partidario.

Es decir, es un dirigente inaceptable por miles de priístas aunque la mayoría de ellos a favor del caprichito por relegirse en seguir privilegiado de las perrogativas, utilizando la conciencia de la base a beneficio y como agencia patrimonial.

No hay más adjetivos de esta maniobra oportuna de Alito de verguenza para un PRI cada vez en riesgo de ser sepultado por la inmadurez en aquellos actores (dirigentes) que son manipulados en recibir limosna en espacios de representación.

De ese tamaño la humillación a la militancia y a las bases al ceder en esta penosa decisión, sin que la nueva generación construya liderazgos y menos oportunidad de participar en tiempo y forma ante una reeleccion a capricho por 8 años mas.

La militancia del PRI debe aceptar y entender que el ciclo está a punto de entrar en fecha de caducidad, toda vez que lo que siembra se cosecha, prueba de ello, la espantosa catástrofe recibida en las últimas elecciones en las urnas.

Y la evidencia de desintegración se deriva desde la llegada de Alejandro Moreno Cárdenas Alito a la presidencia, donde el tricolor ya no permanece en la mayoría del mapa geografíco por la falta de estrategia y liderazgo desdé la cúpula nacional.

Todo lo anterior tiene nombre y lectura en el juego perverso inmoral de un dirigente ambicioso de pena y verguenza en lucrar con los estatutos de un partido histórico y que de la misma forma por sus actos reprobables pasara a la historia.