La reciente elección presidencial está definida, aunque no hay certeza jurídica por la impugnación presentada, prueba de ello, que el plazo de entrega de la constancia de mayoría se alarga en el hermetismo desde el órgano electoral federal,
Claudia Sheinbaum Pardo es la “virtual” presidenta de México, no obstante que se oculta el proceso a la falta de validez a través de la apertura de la controversia descalificativa que ha implementado López Obrador de cara a la autoridad electoral.
No se descarta la forma propia de la decisión que pudiera tomar el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, en cuanto a la disyuntiva que enfrenta aún Claudia Sheinbaum al no estar acreditada presidenta electa de México.
Hay quienes en extremo rumoran en el análisis de fondo que una decisión contraría a la impugnación presentada, el periodo del gobierno federal en turno podría alargarse en un período de un año más y convocar a una elección extraordinaria.
Y el hermetismo electoral no solamente obedece en la elección presidencial, sino también en otros estados en los que el órgano electoral está tomando decisiones de invalidez en espacios donde supuestamente se dieron triunfos.
Es decir, derivado a la controversia originada por López Obrador contra la Suprema Corte de Justicia de la Nación al igual con los tribunales electorales, la constancia de mayoría de la llamada virtual ganadora está en un dilema de trámite complejo.
De tal manera, que el plazo de entrega se vence en los primeros días de septiembre, y aún cuando la votación de 35 millones de ciudadanos favoreció a Claudia Sheinbaum, hasta el momento no hay certeza jurídica electoral de validez.
Vamos a esperar los mexicanos que tanto es el sentido de pertenencia (lealtad) de un presidente de la República demócrata en saber reconocer en su caso la invalidez de la elección con la decisión de la máxima autoridad electoral de país.
O de lo contrario la ambición perversa en el interés personal a través de envíar una iniciativa para lograr por un periodo de un año o dos su mandato, por sí anularan la elección presidencial del domingo 2 de junio en México.