Enfoque || La política seguridad, tema de la próxima agenda legislativa nacional y local

 

Carlos Díaz Figueroa

En el ámbito nacional y en Guerrero no se puede solayar la seguridad y violencia, respectivamente, por lo que es un tema de alto compromiso que deberá estar contemplado en coincidencias en las próximas agendas legislativas.

El gobierno federal entrante y el vigente gobierno de Guerrero tendrán menos presión, no obstante que ambas deberán aplicar una política de apertura para erradicar a nivel nacional el tema de la seguridad y la violencia, respectivamente.

De acuerdo a opiniones en coincidencia de actores políticos consideran que la oposición debe ser muy responsable para edificar en el debate la crisis de indecisión, separando el discurso contra la 4T representada en ambas legislaturas.

Lo que se requiere en los senos de los congresos federal y estatal es una actitud razonable al interior de sus agendas legislativas, a fin de elevar un cambio desde ellas con la inseguridad y violencia generada a falta de una estrategia eficaz.

En el caso de Guerrero en los próximos 3 años serán más cómodos, toda vez que habrá menos presión política, por lo que, la oposición deberá jugar un papel a través de los instrumentos legislativo de manera institucional y responsable

Por ello, los partidos opositores deberán entrar a un espacio de autocrítica, aceptando y entendiendo la improvisación, aunque no permanecer divorciados de la realidad social de las familias más pobres y marginados en el país.

Más allá que no se ha construido un proyecto de nación atractivo para la mayoría de las y los mexicanos, la oposición está obligada a alejarse de los viejos criterios en el desarrollo del debate, sin entrar en controversia de lo nuevo.

De tal forma, que deben construir un movimiento opositor a nivel nacional y en Guerrero de la misma manera alejados del discurso contra la llamada cuarta transformacion que está vigente y mayor representada en el ámbito federal y estatal.

En razón, el país requiere no acentuar divisiones ni más polarización, sino, al contrario proponer desde las agendas legislativas al debate criterios alcanzables y determinantes para erradicar el fenómeno de inseguridad y violencia en México.