MAREMÁGNUM || Partidos políticos tradicionales a punto de la extinción

 

Ricardo Castillo Barrientos

El proceso electoral recién concluido generó una grave conmoción en los partidos políticos tradicionales (PAN-PRI-PRD), cuyo impacto ha tenido consecuencias devastadoras en sus estructuras políticas, aun impávidas, sin determinar el rumbo por donde habrán de transitar en lo sucesivo.

El partido mayormente afectado y menospreciado por los electores resultó el PRD, que alcanzó insignificante porcentaje del 1.8%, cuando se requería 3% y con ello, la pérdida del registro como partido político nacional, después de 35 años de fructífera trayectoria de izquierda, con dirigentes relevantes de la talla de Cuauhtémoc Cárdenas, Porfirio Muñoz Ledo, Heberto Castillo, Gilberto Rincón Gallardo, Ifigenia Navarrete y Andrés Manuel López Obrador. 

El PRD está a punto de su extinción después que fue notificado por el INE, aunque mantendrá registros locales en 13 entidades de la República, entre ellos, el estado de Guerrero, con un nada despreciable 9.7%, siendo desplazado por MC con el 12% de los sufragios emitidos.

El tsunami morenista dejó heridos de muerte a los partidos opositores, a nivel estatal y nacional, será imprescindible su reconfiguración para no quedar aniquilados en definitiva, en la próxima elección del 2027. 

Durante cinco años de gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, prácticamente la oposición permaneció pasiva, a pesar de incrementar sus posiciones en la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión en 2021, e impedir la aprobación de reformas constitucionales que requerían mayoría calificada.

La nominación de Xóchitl Gálvez hizo posible el reagrupamiento de las fuerzas políticas opositoras con todas sus contradicciones, las cuales se mantenían adormiladas; mientras en MORENA se avanzaba en su proceso interno con la aparición de las famosa corcholatas, destapadas con bastante anticipación por el propio presidente López Obrador. Dicho sea de paso, Xóchitl aspiraba al gobierno de la Ciudad de México, cuando fue ventilada en la mañanera por el Ejecutivo federal, siendo arropada de inmediato por el empresario Claudio X. González y éste se las endilgó a los partidos tradicionales, que la postularon como su candidata presidencial.

La debilitada oposición no podrá convertirse en un contrapeso real al inminente gobierno federal, ahora quedaron como fuerzas testimoniales y sin mayor influencia en las cámaras legislativas con mayorías calificadas morenistas, y por confirmarse en el Senado.

A los partidos políticos tradicionales les espera un futuro lúgubre, podrían quedar desplazados por nuevas formaciones políticas como la conservadora Marea Rosa, o el Partido Libertario de Eduardo Verástegui, identificado con la ultraderecha internacional.

A partir de este último proceso electoral comenzaron a gestase movimientos confluyentes de corte conservador y reaccionario, con el objetivo de confrontar al nuevo gobierno de izquierda y las nuevas políticas públicas que impulse, en especial, las iniciativas de reformas constitucionales previstas: Poder Judicial, INE, Organismos Autónomos, Guardia Nacional, etc.

Este panorama de apariencia conflictiva no podrá trastocar la gobernabilidad del país, pues el mandato de los mexicanos fue claro y contundente al otorgar la plena confianza a la nueva mandataria, Claudia Sheinbaum, para que lleve a cabo profundas reformas sociales, dando prioridad a las familias más necesitadas y a los demás sectores de la sociedad.

Marea Baja.-  Los partidos locales de la chiquillada fueron borrados del mapa político-electoral a las primeras de cambio, al no haber logrado el porcentaje mínimo de votos requeridos por la Ley Electoral de los Partidos Políticos, para permanecer con sus registros.

La Ley Electoral es muy laxa en los requisitos para el registro de nuevos partidos políticos, a tal grado, en la reciente elección participaron ocho nuevas formaciones, las cuales no lograron incrustarse en el Congreso del Estado, salvo en dos o tres municipios marginados con candidatos desechados por otros partidos.

En este sentido, la Ley en la materia debe de modificarse para impedir que aventureros de la política armen al vapor partiditos insignificantes, que no representan a nadie y tienen un costo al erario público.

Marea Baja.- Algunos cacicazgos en Guerrero se vinieron abajo irremediablemente, ante el repudio popular que quedó de manifiesto en las pasadas elecciones.

Aceadeth Rocha Ramírez, había hecho de Xochistlahuaca su coto privado desde hace cuatro décadas, siendo alcaldesa en enésimas  ocasiones, sin que nadie se atreviera a desafiarla y menos arrebatarle el poder, hasta que en esta última elección fue arrollada por la candidata de MORENA, María Rojas, quien se comprometió a trabajar por su pueblo y no seguir permitiendo cacicazgos de ninguna naturaleza en esta población del Reino Amuzgo de la Costa Chica.

Marea Alta.- De la misma forma le sucedió al alcalde de Ometepec, Efrén Adame Montalbán, que no logró imponer a su sustituto y tampoco pudo ganar la diputación local, después de haber mal gobernado el municipio durante tres periodos.

Adame Montalbán se encuentra acongojado y desquiciado porque difícilmente podrá cubrir sus fechorías, que le prodigaron un enriquecimiento inexplicable que salta a la vista de los ometepequenses y lo más grave, continúa cometiendo latrocinios y atropellando a la población, con amenazas y multas por cualquier motivo.

Maremoto.- Todavía no muy convincentes han resultado las “investigaciones” de la Fiscalía General del Estado (FGE), en torno al grave incidente acontecido en el zócalo de Acapulco, el domingo pasado, con saldo de nueve personas lesionadas, que fueron trasladadas al hospital general y al hospital del IMSS, con severas quemaduras, sin que pusieran en peligro sus vidas.

Sobre este hecho no se ha podido precisar con exactitud lo sucedido, generando especulaciones de todo tipo. Esperemos se aclare lo más pronto posible y la FGE no siga dando palos de ciego.