A unas horas de que concluyan las campañas y a cinco días de la jornada electoral, es claro que el escenario político favorece a la mayoría de los candidatos de la coalición “Fuerza y Corazón por México” (PAN-PRI-PRD) en el estado de Guerrero.
Morena le falló a los guerrerenses con presidentes municipales ineficaces e irresponsables, como son los casos de Norma Otilia Hernández Martínez (Chilpancingo) y Abelina López Rodríguez (Acapulco).
En las elecciones de 2018 y 2021 el PRI, el PRD y el PAN ganaron más presidencias municipales que Morena. El efecto AMLO no funcionó en el ánimo de los electores guerrerenses. Y ese escenario se repetirá nuevamente el próximo 2 de junio.
En Acapulco, por ejemplo, la coalición “Fuerza y Corazón por México” postuló como su candidato a la presidencia municipal a Carlos Granda Castro, un prestigiado empresario avícola que ha sido reconocido siempre por su labor altruista en los momentos más críticos por los que ha atravesado el puerto.
Carlos Granda fue siglado por el Partido de la Revolución Democrática y arropado por los dirigentes y militantes de las otras fuerzas políticas que integran la coalición opositora. Y lo más importante: su candidatura fue abrazada por la sociedad civil.
No es un improvisado de la política. Conoce los problemas de Acapulco y representa el mejor proyecto para sacar adelante al municipio más grande y poblado del estado de Guerrero.
Ser sensible a las causas sociales y saber escuchar a la gente le han permitido ganarse la confianza y el apoyo de su pueblo.
Carlos Granda está preparado para gobernar Acapulco, y lo demostró el pasado viernes durante el debate organizado por el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana (IEPC).
No solamente cuestionó el pésimo papel que ha realizado la morenista Abelina López Rodríguez ni el abandono en el que se encuentra Acapulco. También habló de las alternativas de solución para rescatar al puerto.
Dijo que Acapulco dejó de brillar porque se encuentra en el olvido y marginación, además de que vive tiempos obscuros de gobiernos insensibles y corruptos, porque los acapulqueños viven entre suciedad y violencia.
Ganó el debate. Y eso no lo vieron bien los dirigentes de Morena, porque fue evidente que la candidata oficial, además de mentir y prometer lo que no pudo cumplir en estos casi tres años, fue exhibida como corrupta e indolente ante la grave inseguridad que impera en el puerto.
Al día siguiente del debate y ante la caída de Abelina López en las encuestas, la Sala Regional del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) decidió revocar la candidatura a Carlos Granda, bajo el argumento de que participó en dos procesos internos de elección de candidaturas en partidos diferentes.
El empresario impugnó este lunes la resolución de la Sala Regional ante la Sala Superior del TEPJF, y aseguró que defenderá su proyecto porque ganará con contundencia la elección el próximo 2 de junio.
Es claro que la candidata de Morena quiere reelegirse a la mala. Tiene miedo de perder ante Carlos Granda, porque sabe que éste es muy querido y respetado en las colonias y comunidades de Acapulco.
Abelina López quiere ganar en la mesa lo que no puede ganar en las urnas. Se nota a leguas su desesperación.
Mejor que explique el paradero de los dos marinos que envió a la Ciudad de México para brindarle seguridad a un senador de Zacatecas.
La estrategia legal se le revertirá a la peor presidenta municipal que han tenido los acapulqueños. Y la guerra de lodo no le funcionará.
Granda ganará la elección y será el próximo gobernante de Acapulco. Al tiempo.
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