No hay elección en México en que no haya denuncias por robo de urnas, compra de votos, falta de boletas para poder votar en las casillas especiales, entrega de despensas y otros delitos electorales.
Para muchos es algo normal. Pero no debería ser así.
Los delincuentes electorales deben ser sancionados con todo el peso de la ley, sean del partido que sean.
El robo de urnas es uno de los actos que constituyen un delito electoral y que ocurre durante o después del cierre de la jornada electoral.
De acuerdo al Diccionario Electoral del Instituto Nacional de Estudios Políticos, el robo de urnas “es una práctica antidemocrática que tiene como propósito anular la votación a favor de determinado candidato”. Esta acción suele suceder cuando se detecta que la votación es adversa a un determinado candidato y se trata de provocar la anulación de la casilla o de la elección.
Puede cometerse con lujo de violencia y provocar incidentes de alto riesgo para todos los presentes en la casilla electoral y aun para quienes esperan en la fila de votación.
¿Quiénes pueden cometer delitos electorales?
Cualquier persona, desde funcionarios electorales hasta líderes partidistas, precandidatos, candidatos, servidores públicos, organizadores de campañas o ministros de culto.
Uno de los municipios del país en donde se ha registrado el robo de urnas en los últimas tres elecciones es Tlapa de Comonfort, el corazón de la Montaña de Guerrero. Y es ahí en donde las autoridades electorales deben poner especial atención para evitar que algunos perversos personajes de la política manden a su gente para alterar los resultados de la elección del próximo 2 de junio.
ANTECEDENTES. – La noche del lunes 1 de junio de 2015, un grupo de sujetos entró de manera violenta a las instalaciones del Consejo Distrital 28 en el municipio de Tlapa de Comonfort y robó 88 cajas contenedoras de boletas correspondientes a las elecciones de ayuntamientos, diputados locales y gobernador.
Los presuntos responsables llevaban el rostro cubierto y estaban armados con palos y machetes para efectuar la substracción de papelería electoral, que después quemaron.
La entonces consejera presidenta del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana del Estado (IEPC), Marisela Reyes Reyes, informó que los hechos ocurrieron alrededor de las 20:30 horas de ese día, cuando personas desconocidas rompieron la puerta principal del Consejo Distrital para sacar las cajas que contenían 116,340 boletas que se utilizarían para la elección local del 7 de junio.
Tres años después, el 1 de julio de 2018, el consejero del IEPC, Edmar León García, dio a conocer a los medios de comunicación que ocho paquetes pertenecientes a la elección estatal, fueron robados durante la jornada electoral, seis en el municipio de Zihuatanejo y dos en Tlapa.
En el caso de Tlapa dijo que personas desconocidas se robaron las urnas de la sección 2577 básica y contigua, que se encontraba instalada en la comunidad de Ahuatepec, en donde los votos no lograron ser contados.
“El consejero (Edmar León García) indicó que en el caso de la elección local se trata de cuatro urnas las que se robaron en Tlapa y dos correspondientes a la elección de diputados y dos de presidentes municipales, y además se habrían robado las casillas de la elección federal, sin embargo, de ese tema tiene que informar el Instituto Nacional Electoral”. (El Sol de Acapulco/ 02-VII-2024).
Curiosamente, Morena ganó la elección de presidente municipal a través de Dionicio Merced Pichardo García, quien sustituyó al empresario Marco Antonio García Morales, luego de que éste fuera impugnado por un dirigente partidista y declarado inelegible por el Tribunal Electoral del Estado (TEE) para contender por la presidencia municipal, al no cumplir con el requisito de residencia efectiva establecido en la ley.
Al parecer alguien le hizo el favor a Morena para robarse esas urnas en la elección de 2018 y evitar que el PT ganara la presidencia municipal de Tlapa de Comonfort.
En la elección de 2021 se volvió a repetir la historia. El dirigente estatal del partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena), Marcial Rodríguez Saldaña, acusó al alcalde electo de Tlapa, Gilberto Solano Arreaga, de organizar al grupo de hombres armados que la noche del 6 de junio se robó cuatro paquetes electorales en el barrio de San Antonio.
“En Tlapa, el día de la jornada electoral, grupos armados se robaron cuatro paquetes electorales de la colonia San Antonio, de esos cuatro paquetes se lograron recuperar tres sabanas que ya tienen las firmas de los representantes de partido y funcionarios de casilla, esas se entregaron a la presidenta del distrito electoral 27, yo tengo copia, pero la presidenta en lugar de contabilizarlas las remitió a la Fiscalía General y no contó esos votos”, señaló en entrevista a Milenio Diario el 10 de agosto de 2021.
Según Rodríguez Saldaña cada una de las sábanas reclamadas tenía un promedio de 250 votos a favor de Morena y su candidato a la alcaldía, mientras que la coalición PRI-PRD se quedaba con 50 o 40 sufragios en cada una de las mismas.
En ese año gobernaba la entidad el PRI a través de Héctor Astudillo Flores, líder político de Gilberto Solano.
Como todos sabemos, el hombre de la camisa verde rindió protesta como presidente municipal el 30 de septiembre de 2021, y hoy por hoy pretende relegirse en el cargo.
La oposición lo ha denunciado públicamente por utilizar los recursos públicos y el aparato de gobierno para su reelección y andar haciendo campaña en horario laboral. Además de condicionar la obra pública, utilizando la intimidación en pueblos y colonias que hoy padecen del grave problema de la inseguridad y la falta de servicios públicos.
El candidato de la coalición PT-Morena-PVEM a la presidencia municipal, Victoriano Wences Real, hizo un llamado urgente al órgano electoral a vigilar y fiscalizar el proceso electoral en Tlapa, ya que existe una competencia desigual porque desde el Ayuntamiento se trabaja y se ejerce el recurso público para apoyar la reelección del alcalde Gilberto Solano.
“Hoy el alcalde anda coaccionando el voto, condicionando la obra pública, realizando una competencia ventajosa al utilizar para su beneficio el aparato de gobierno”, denunció.
Ojalá el IEPC y la Fiscalía Especializada de Delitos Electorales tomen cartas en el asunto y no permitan que el “alcalde pedorro de Tlapa” (Gerardo Fernández Noroña dixit) haga de las suyas en el corazón de la Montaña.
Por cierto, Epifanio Solano Arreaga, hermano menor del personaje de marras, va como candidato a la primera regiduría por el PRI. ¿Viva el nepotismo?
El nepotismo es políticamente incorrecto e inmoral, y el robo de urnas va en contra de la ley y la democracia.
Comentarios:
efrain_flores_iglesias @hotmail.com