La Declaratoria de la conclusión de emergencia en Acapulco y Coyuca, emitida por la Coordinación Nacional de Protección Civil, provocó reacciones adversas que rayan en polémicas bizantinas, alejadas del contenido sustancial del documento de origen.
No podría esperarse otra cosa de los malquerientes del presidente AMLO y la gobernadora Evelyn Salgado, al no reconocerles la ayuda y esfuerzos realizados por más de 30 mil servidores públicos insitu.
Se incurrió en errores vitales a consecuencia de la descoordinación interinstitucional, por la inadecuada aplicación de protocolos en casos de desastres. La improvisación y la desinformación se hicieron presente durante los primeros días, como sucede en las catástrofes.
La alianza opositora no desaprovechó la ocasión para entrometerse en la tragedia a fin de denostar a AMLO, a Evelyn y Abelina. En el fondo podrían tener razón, sino tuviera cariz político y clientelar, ante la cercanía del proceso electoral de 2024. Ahí están Evodio y Solorio.
El documento de la Declaratoria establece con claridad meridiana: “Acapulco no se mantiene una situación que pudiera causar daño a la población o a sus bienes”, refiriéndose a la inexistencia de riesgos por vientos, lluvia o inundaciones. Posibilidad poco probable que suceda.
La etapa de reconstrucción contempla inversiones cuantiosas, más de 61 mil millones de pesos, correspondiendo 27 mil 538, en apoyo a micros, pequeñas, medianas y grandes empresas. 20 mil 756 millones, destinados en reparaciones de vivienda alimentación y Programas de Bienestar. 13 mil 016 mil millones de pesos, para la reconstrucción de la infraestructura pública de energía eléctrica, agua potable, escuelas, vialidades, equipamiento urbano y otras instalaciones públicas.
En los principales noticieros de televisión y radio de la CDMX, difunden entrevistas con damnificados que no han recibido algún tipo de ayuda alimentaria o no tienen luz y agua en sus hogares, dando la impresión de una situación generalizada, distante de la realidad, aunque existen casos aislados por distancias o circunstancias.
No todo es miel sobre hojuelas para los servidores públicos, algunos se han visto retenidos, acosados, robados o amenazados, ante la exigencia de damnificados por alimentos, energía eléctrica o agua.
Terminó la emergencia de riesgos por fenómenos naturales, más no concluye la distribución de despensas y enseres domésticos, comedores, brigadas médicas asistenciales, entrega de medicamentos y otros apoyos a diversos sectores afectados.
Así mismo, la reanudación de servicios bancarios, supermercados, gasolinerías; destacando la presencia de la Guardia Nacional, Ejército, Marina y la policía estatal. Los primeros pasos hacia la normalidad.
Marea Baja.- Yoloczin Domínguez, Yoshio Ávila y Jacko Badillo, son 3 de los aspirantes a la alcaldía de Acapulco por MORENA, que se han movilizado para ayudar a sus paisanos damnificados, entregándoles despensas, limpieza de calles, retiro de basura y escombros.
En el otro frente, la priista Julieta Fernández instaló varios comedores, el diputado Ricardo Astudillo Calvo, hizo reparto de despensas en colonias marginadas y Gerardo Lara Villa, llevó 2 carros de volteo a la colonia Icacos, para contribuir a la limpieza de esa populosa colonia.
Ojalá cunda este ejemplo y se sumen los demás diputados y regidores de Acapulco, prácticamente han desaparecido de la escena y no se sabe nada de ellos, si están vivos o se los llevó el huracán “Otis”.
Marea Alta.- Más de 40 hoteles de 2,3, y 4 estrellas del Acapulco Tradicional, de la Zona Dorada y restaurantes, se han puesto de pie y han reanudado sus servicios para nuestros fieles turistas que vienen a disfrutar de las maravillosas playas, intactas ante los embates del fatídico meteoro.
Así se demuestra la gran capacidad de resiliencia de este sector que ya reinicio sus operaciones y se espera que normalicen sus actividades. El hotel Emporio anunció que a partir el próximo 15 de diciembre reanuda actividades con la temporada turística decembrina.
Maremoto.- Sin mayores aspavientos, se llevó a cabo una reunión de integrantes de la Sociedad Civil Organizada de Acapulco y Costa Grande, con participación de organizaciones sociales, civiles, iglesia católica, universidades y el acompañamiento de actores y actoras nacionales e internacionales.
El llamamiento fue hecho por los dirigentes de la Asociación Civil “Guerrero es Primero”, Adalberto Saviñon, Fernando Terrazas y Cristina Blanco, del Secretariado Técnico de esa destacada ONG.
Los participantes consideraron pertinente reagruparse como Sociedad Civil Organizada para contribuir al reto de la emergencia y la reconstrucción de Acapulco y Coyuca, a fin de impulsar formas de apoyo mutuo y de organización social en colaboración con los 3 niveles de gobierno, empresas, universidades, iglesias, organizaciones de la sociedad y toda persona y grupo bien intencionado.
Para llevar a cabo este propósito, se han articulado como “Comité Social para la Reconstrucción y la Paz Social de Acapulco y Coyuca”, para trabajar desde la necesidad, la capacidad y la aspiración de la gente a favor de una reconstrucción incluyente y participativa. Se propone asistir a aquellas personas que no les lleguen otros apoyos, promover el análisis y propuestas para la reconstrucción y el dialogo con personas solidarias sobre el futuro común.
Entre los participantes figuran Enrique Pasta, rector de la Universidad Loyola, Rosa María Gómez, Grupo Interdisciplinario para la Igualdad, Arturo García, Comité DESCA, Adriana Ramos, Unión de Pueblos de Acapulco-Coyuca, Leopoldo González, arzobispo de Acapulco, Jesús Mendoza, párroco de la iglesia de La Sabana, Salvador Cisneros, sacerdote y vicepresidente del Consejo Interreligioso del Estado de Guerrero, entre otros dirigentes sociales.
Hoy más que nunca, resulta prioritario la instalación de un Comité Ampliado Pro-Reconstrucción, que incluya a los sectores público, privado, social y religioso. Nadie quede afuera, se necesita a todos para avanzar con celeridad; de lo contrario, vendrán los tropiezos y obstáculos, si en actitud mezquina y excluyente, el gobierno pretenda resolver solo, la grave problemática que nos asfixia a causa de “Otis”.