Por Efraín Flores Iglesias // Los dueños del PRI en Guerrero andan muy ensoberbecidos. Siempre han sido así. No asimilan aún la derrota que sufrieron en 2021 ante Morena.
Sin tomar en cuenta a sus aliados coyunturales del PRD, ya dan por hecho que la candidatura de la primera fórmula al Senado de la República les corresponde a ellos. Tan soberbios andan que, al estilo de las mafias sicilianas, se creen dueños también del territorio suriano.
A los perredistas no los ven como verdaderos aliados, sino como sus empleados. Al único que respetan es al ex gobernador Ángel Heladio Aguirre Rivero, quien hace más de seis años renunció a las filas del Sol Azteca, aunque desde las sombras dirige la expresión Izquierda Progresista de Guerrero (IPG).
Lo que no entienden los dueños del tricolor guerrerense es que el PRD no es Ángel Aguirre. El PRD lo hacen sus bases y las expresiones políticas que lo conforman. Y las bases del Sol Azteca son rebeldes, no institucionales, ni mucho menos agachones.
El debate interno ha caracterizado siempre al perredismo guerrerense, a diferencia de la mayoría de los priistas que se cuadran ante sus jerarcas (ex gobernadores y ex candidatos a la gubernatura).
El PRD también tiene aspirantes fuertes para el Senado de la República y con menos negativos. Me refiero al ex alcalde de Acapulco y ex diputado local y federal, Evodio Velázquez Aguirre, y al ex dirigente estatal de esa fuerza política y ex presidente de la Comisión de Gobierno del Congreso local en la LIX Legislatura, Celestino Cesáreo Guzmán.
Además, el Sol Azteca sí tiene nuevos cuadros para contender para otros cargos de elección popular, contrario al tricolor que postula a las mismas caras de siempre en cada proceso electoral.
Evodio Velázquez y Celestino Cesáreo dirigen dos importantes expresiones políticas al interior de su partido (Nueva Mayoría y Alternativa Democrática Guerrerense) y son conocidos en la entidad.
El primero ha sido precandidato a la gubernatura, y el segundo ha fungido como senador de la República por un corto periodo, pero es un experimentado parlamentario.
Hay voces al interior del PRD que se oponen a una alianza con el PRI y han solicitado a su dirigencia nacional una consulta a las bases. Y hay quienes no ven mal una alianza con sus otrora verdugos, siempre y cuando respeten la fuerza que representan como partido en Guerrero.
En 2021 le correspondió al PRI encabezar la candidatura de la alianza “Va por Guerrero” a la gubernatura de la entidad a través del neo astudillista Mario Moreno Arcos. Por lo que los perredistas exigen la candidatura de la primera fórmula del Senado para la elección de 2024, lo cual es válido.
Muy difícilmente los caciques del Revolucionario Institucional aceptarán tal planteamiento, ya que ellos creen merecerlo todo. Así están acostumbrados. Y por eso el tricolor ha perdido (y seguirá perdiendo) la confianza de los electores. El 2024 está a la vuelta de la esquina y Morena sigue arriba en las encuestas.
En la elección federal, el PRI y el PRD tienen muy poco qué hacer. En lo local es donde tienen posibilidades de ganar posiciones, siempre y cuando vayan juntos. Y para que vuelvan a ir juntos necesitan sentarse y llegar a buenos acuerdos. De lo contrario, los electores les cantarán las golondrinas en varios municipios y distritos locales.
Las candidaturas de las dos fórmulas para el Senado, serán el dolor de cabeza para la dirigencia estatal del Sol Azteca que encabeza Alberto Catalán Bastida y para los dueños y/o caciques del tricolor.
Si no menciono al que cobra como presidente del Comité Directivo Estatal del PRI es porque no dirige nada y no lo conocen las bases de su partido. Su misión es hacer lo que le ordenen los que lo impusieron en el cargo en 2022.
Lo cierto es que a Morena le sobran “corcholatas” para la Presidencia de la República. Mientras que en la oposición la caballada está flaca (Rubén Figueroa Figueroa dixit).
ENTRE OTRAS COSAS… El que va en caballo de hacienda rumbo a la Rectoría de la Universidad Autónoma de Guerrero, es Javier Saldaña Almazán.
El próximo viernes y acompañado de cientos de sus seguidores se registrará para un tercer periodo como rector.
No hay nadie que le haga sombra al interior de la UAGro.
Este miércoles, una importante expresión política-académica le manifestará su apoyo para que siga consolidando una Universidad con inclusión social.