¡Jálalo que es pargo!

Empresarios en acción

 

Por: Jacko Badillo

Por ello celebro que hace unos días se haya llevado a cabo una reunión de trabajo en la Cámara de Diputados Federal en la que participaron representantes de los tres órdenes de gobierno y una delegación de integrantes de las diferentes cámaras y asociaciones empresariales, encabezada por el presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), Jaime Badillo Escamilla, para solicitar a los legisladores que promuevan reformas constitucionales con el fin de que se apliquen penas más severas a quienes cometen extorsión, mismo que debe ser elevado al rango de delito grave.

Por la parte oficial asistieron a ese encuentro la presidenta municipal de Acapulco, Adela Román Ocampo y el secretario de Seguridad Pública, Gerardo Rosas Azamar; así como el fiscal General del Estado, Jorge Zuriel de los Santos Barrila, en representación del gobierno que encabeza Héctor Astudillo Flores y por la Federación Luis Enrique Escanga, de la Secretaría de Marina, en una muestra de que trabajando en unidad y de manera coordinada se puede aspirar a mejores resultados.

Y el hecho de que se haya considerado en esa gestión la presencia de los representantes de la clase empresarial, como sector primordial que genera empleo e ingreso para los acapulqueños, pero que además es uno de los principales afectados por quienes han optado por el camino ruin y cobarde de despojar a la gente trabajadora y honesta del producto de su esfuerzo, genera la certeza de que el tema será atendido con seriedad, sin simulaciones, con acciones concretas para tratar de abatir la extorsión y el cobro de piso que ya no es solamente contra los empresarios o pequeños y medianos comerciantes, sino ha llegado al grado de que familias tienen que pagar para que los delincuentes los dejen vivir en paz.

En ese sentido, y más allá del cariño fraternal, me enorgullece que los afiliados a la Coparmex tengan un digno representante que asume con responsabilidad esa representación, y Jaime Badillo sea parte fundamental en esas gestiones, llevando la voz de los empresarios allá donde se toman las grandes decisiones para bien de nuestro país, y en este caso de nuestro estado y municipio.

Los resultados seguramente se verán reflejados en el corto o mediano plazo no solamente en favor de quienes mueven la economía, sino de la ciudadanía en general que clama a gritos pare la ola de inseguridad y violencia de la que ya estamos hartos.

Mientras tanto… ¡Jálalo que es pargo!