El pleno de la Cámara de Diputados aprobó esta madrugada en lo general y particular con mayoría calificadas reformas a los artículos 3o., 31 y 73 de la Constitución en materia educativa, con un controvertido décimo sexto transitorio, bautizado por priístas como “maldito”, pues podría derivar en venta de plazas.
Tras un largo debate y un minuto de silencio en memoria de la alcaldesa de Mixtla de Altamirano, Veracruz, Maricela Vallejo Orea, asesinada hace unas horas, el Pleno avaló en lo particular el dictamen con 356 votos a favor, 61 en contra y dos abstenciones, en medio del júbilo y grito morenista : “¡Ya cayó, ya cayó, la reforma ya cayó”.
El coordinador de los diputados de Morena, Mario Delgado Carrillo, llamó a no desconfiar o descalificar la nueva reforma educativa, que calificó de vasconcelista. “Hay que ponerlo en sus términos, esta reforma es un logro histórico que honra a los caídos y a los perseguidos en la larga lucha del magisterio”, sostuvo
El panista Felipe Fernando Macías Olvera acusó que con esta reforma Morena brinda su alianza con grupos sindicales. “Con esta reforma, Morena y el presidente se rinden ante la CNTE y trastoca el interés superior de niñas, niños y adolescentes”.
Advirtió que no permitirán el regreso de la corrupción a la educación, por lo que defenderán la evaluación docente, de ingreso y de promoción. Además que los maestros pueda hacer una carrera basada en méritos, en logros, en capacidades y no en estar quedando bien con líderes sindicales.
“Este dictamen que hoy se nos presenta dejan la puerta abierta de que podemos regresar al régimen, donde un puñado de líderes sindicales decidía quién era maestra y quién no, donde un puñado de líderes sindicales decidían cómo se manejaba la nómina magisterial”, aseveró.
En la discusión, el morenista y exlíder de la sección 22 de la CNTE, Azael Santiago Chepi, advirtió que con la reforma del año 2013 de Enrique Peña Nieto se responsabilizó a los maestros de las fallas del sistema educativo, y acusó que la corrupción fue generada por quienes gobernaban, el PRI y quienes lo antecedieron, el PAN.
¿Regresarán prácticas opacas?
Por el PRI, Dulce María Sauri Riancho apoyó el dictamen, pero alertó el riesgo del regreso a prácticas opacas y discrecionales en la asignación de plazas. “El concepto proceso de selección es una definición vaga y ambigua. Debería establecerse el concepto concursos para el ingreso”, sentenció.
Advirtió que “el diablo está en los detalles, y ahora que hablamos de benditos y de malditos, tengamos que decir que en esta legislación secundaria, en la cual la mayoría no va a necesitar a las oposiciones, se requiere refrendar el compromiso con el interés superior de la infancia”.
Por ello, consideró que el artículo 16 transitorio, si bien garantiza el acceso y la formación que se rija de acuerdo al 3o. constitucional, “el 123, apartado B, ahí está como la Espada de Damocles. De nosotros dependerá hacer realmente de esta reforma, una reforma bendita”, demandó.
En tanto, el diputado de Morena, Juan Pablo Sánchez Rodríguez, afirmó que el artículo 16 transitorio fue votado por el PRI, así que no es un transitorio maldito, luego que la priísta Cynthia López Castro bautizó a dicho precepto de “maldito”.
Afirmó que Morena no va a tolerar el regresar al pasado y señaló que hoy es un día histórico en donde echaron atrás la mal llamada reforma educativa de Peña Nieto y se terminó con la oscuridad del Sistema Educativo Nacional que tanto daño hizo a los maestros.
Su compañero de bancada, Irán Santiago Manuel llamó hipócritas a panistas y afirmó que la reforma del expresidente Enrique Peña Nieto no se abroga en su totalidad porque aún mantiene aspectos laborales. Reconoció el esfuerzo de los maestros que resistieron en las calles y arriesgaron sus vidas.
Previamente, en lo general, el dictamen fue avalado con mayoría calificada, con 381 votos a favor de Morena, sus aliados, con el apoyo de la bancada del PRI; 79 en contra de la fracción del PAN, 8 de legisladores morenistas ligados al magisterio, uno de la priísta Cynthia López, y dos de diputados sin partido.
Las abstenciones fueron: uno de Morena y otro del partido Encuentro Social. El dictamen se turnó a la Cámara de Senadores para sus efectos constitucionales.