Festival del Caldo, potencial turístico en San Marcos

* Remmy, un soñador que deja historia en Tecomate Pesquería.

Servando Martínez Pinzón

San Marcos, Guerrero.- Nacido en la comunidad de Tecomate Pesquería, el 1 de octubre de 1987 José Emilio González León, conocido como “Remmy”, fue un destacado sanmarqueño inquieto y soñador que impulsó varios proyectos para posicionar este lugar de la Costa Chica.
Uno de ellos, el Festival del Caldo, cuyo origen fue con el objetivo de atraer turismo y que los prestadores de servicios participaran para que más visitantes disfrutaran de la Laguna de Tecomate Pesquería, lugar que le sirvió de muchas inspiraciones.
Licenciado en Gastronomía por la Universidad Americana de Acapulco, “Remmy”, demostró que la pasión conlleva a la acción y ésta a la superación. Se festejó el Cuarto Festival del Caldo en su honor y memoria, evento que llegó para quedarse.
El Presidente municipal de San Marcos, Tomás Hernández Palma develó una placa conmemorativa al Chef, creador y fundador del Festival del Caldo.


Acompañado de la señora María Luisa León, madre de Remmy, Hernández Palma dijo que “sin duda alguna usted se siente honrada de haber traído al mundo a un joven con idea progresista, con idea de avanzar, recuerdo bien cuando nos compartía José Emilio esa inquietud de poder llevar a su pueblo a un escenario distinto, de poner a Tecomate en el escenario internacional, celebro de verdad esa idea de un jóven de esta tierra, de este pueblo, hoy se da la oportunidad  que tenemos como sociedad, como gobierno de poder posicionar a nuestro municipio San Marcos, a nuestro estado y por qué no decirlo, nuestro país en un escenario digno de los mexicanos”.

Remembranza

Los amigos de Remmy lo recuerdan como un joven que se llevaba con todos, solidario con las causas nobles, con una fuerza emprendedora que lo distinguía y con una energía positiva que alimentaba a quienes se reunían con él.
El amor por su familia era el motor más grande que tenía; soñaban despiertos en varias ocasiones para iniciar proyectos y dentro de ellos nació el “Festival del Caldo”.
José Emilio era un hombre de carácter fuerte, honesto en sus palabras, quienes compartieron momentos con él recuerdan su temperamento inigualable para enfrentar los retos de la vida, hoy honran su memoria por el gran legado que a sembrado para toda la vida en la historia de San Marcos y Tecomate Pesquería, el enamoramiento que tenía por su tierra era único, fue promotor del turismo, aguerrido cuando alguien lastimaba su tierra, experto en la gastronomía con las bondades que su laguna le daba.


Otro sueño era que San Marcos se convirtiera en pueblo mágico, de esa dimensión eran los retos con las y los miembros de la Asociación Civil Maquinaria Juvenil, de la que era integrante y donde quedaron grandes proyectos por desarrollar.
El anhelo es que nunca se suelten de las manos y que jamás olviden que entre todos encontrarán siempre los mejores aliados, porque cuando se piensa en un movimiento que genere paz, concordia y desarrollo para San Marcos, se refieren a la misión que tienen en la vida.
José Emilio Gonzáles León deja una huella bien cimentada, demostró que el querer es poder, que el que sueña y anhela puede en cualquier momento cumplirlos.

Agradecimiento y visión a futuro

 

Este festival sirvió como escenario para reconocer y agradecer el trabajo de Tomás Hernández Palma y todo su equipo de trabajo por el apoyo y el acompañamiento, pero sobre todo por nunca dudar en este proyecto y la inversión que realizó para las organizaciones de este festival el cual será recompensado con la generación de economía local y promoción turística que esta administración abanderará con la mejor de las celebraciones, con un evento que llegó para quedarse y hacer historia para ésta y futuras generaciones.
Se exhortó a no reducir los esfuerzos por sacar adelante a Guerrero, a honrar nuestra tierra, a tender la mano a quien lo necesite, fortalecer nuestra cultura y convivir sanamente para no hacer mas difícil el tiempo que toca vivir buscando en un futuro posicionar a San Marcos en el lugar que se merece.