¿Y el proyecto de nación?
Este primero de abril el Gobierno de México cumplió cuatro meses de haber entrado en funciones y también se estan cumpliendo nueve meses del triunfo arrollador obtenido en las urnas por Andrés Manuel López Obrador, del cual fueron beneficiarios la mayoría de los entonces candidatos.
Esta fue la tercera vez que el tabasqueño compitió por la Presidencia de la República y si la memoria no nos falla desde entonces, cuando perdió la elección ante Felipe Calderón, hace 12 años, ya venía enarbolando como propuesta principal un proyecto alternativo de nación.
Quienes le entendemos algo a eso de la planeación y estrategia creemos que todo proyecto cuando se tiene elaborado, una vez que se recibe luz verde se comienza a ejecutar con todo, sí con una metodología pero siempre buscando dar resultados en el corto, mediano y largo plazo.
En este sentido, si asumimos como luz verde el voto ciudadano depositado en urnas, como reflejo de la voluntad popular que da legitimidad a un gobierno -ahora si verdadera, no utópica como en el pasado-, es imperativo conocer ya ese proyecto alternativo y sobre todo comenzar a ver resultados.
Las condiciones actuales de nuestro país no están para ser gobernado con base en ocurrencias o regalando dinero que es producto de quienes generamos economía y empleo, de quienes somos productivos.
En efecto, son muchos los sectores que merecen atención, pero si el problema principal que aqueja a los mexicanos es la inseguridad derivada de la ola de violencia y delincuencia, no veríamos mal que por lo menos en ese rubro ya hubiera acciones concretas. Pero no.
Mientras tanto… ¡Jálalo que es pargo!