Es curioso que mientras López Obrador solicitó al gobierno de España disculpas por lo sucedido hace 500 años, ante Donald Trump, reconoció la incapacidad del estado mexicano para detener el flujo de migrantes centroamericanos a la Unión Americana, al mencionar que el reclamo del pecoso es legítimo.
El racista más grande de estos tiempos, el mandatario norteamericano amaneció con la espada desenvainada y recriminó al gobierno del tabasqueño, en tanto que éste señaló “no queremos confrontarnos, vamos a mantener una posición de respeto con Donald Trump… él tiene una visión, yo la respeto y la considero legítima”.
¿Qué tal?; cuando siempre hemos escuchado a Trump decir lo mucho que odia a los inmigrantes; de su inmenso deseo de construir un muro entre Estados Unidos y México, así como su enorme obsesión por los latinos u otras razas.
El gobierno de México cooperará para evitar que miles de migrantes sigan arribando a la frontera sur de los Estados Unidos. Y ¿cómo lo hará?; de hecho ya la secretaria de Gobernación advirtió de la formación de una “caravana madre”, con 20 mil migrantes hondureños que pretenden entrar a como dé lugar a nuestro país y como es de suponer, contarán con todo el apoyo de nuestro país.
Olga Sánchez Cordero, responsable de la política interior, afirmó que el Instituto Nacional de Migración y la Policía Federal crearán un cerco en el istmo de Tehuantepec, para contener la llegada de quienes desean pasar por México en su camino al norte rumbo a territorio estadounidense.
La realidad es que, efectivamente, nada se hace para detener la llegada masiva de inmigrantes ilegales a nuestro país.
Kirstjen Nielsen, encargada de la seguridad interna de EEUU, se reunió con la secretaria de Gobernación mexicana, Olga Sánchez Cordero a inicios de semana.
Las autoridades mexicanas contendrán a los migrantes y no entregarán más visas humanitarias pero si permisos temporales de visitante y de trabajo en toda la zona sureste. Lo cual nada significa.
twitter: @matariliblog
facebook: matariliporlirilon