Por Efraín Flores Iglesias
Guerrero y su Congreso fifí
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“Fifí” es un término que constantemente usa el presidente Andrés Manuel López Obrador para descalificar a sus críticos y adversarios, aunque también lo utiliza para referirse a la clase alta (empresarios y banqueros).
De acuerdo al Diccionario de la Real Academia Española el término “fifí” refiere a una persona presumida y que se ocupa a seguir modas” y su uso es, hasta cierto punto, coloquial y despectivo. Por su parte, el diccionario Oxford indica que “fifí” es un término (también coloquial) que alude a las personas que tienen modales y actitudes delicadas y exageradas.
Luego entonces, fifí es ser presumido y estar a la moda.
Guerrero es un estado con alta marginación, pero con diputados locales fifís.
Habrá quienes den el grito en el cielo, sobre todo, los 24 representantes de Morena. Pero es la verdadera realidad.
El partido del presidente López Obrador es mayoría en la LXII Legislatura local y desde el 1 de septiembre de 2018 preside la Junta de Coordinación Política (Jucopo), órgano colegiado facultado para ejercer el gobierno y administrar el Presupuesto de Egresos del Congreso.
Obviamente, Morena tiene el control de los recursos, a través de la Secretaría de Servicios Financieros y Administrativos, cuyo titular es Netzahualcóyotl Bustamante Santín.
De acuerdo al artículo 207, párrafo XI, de la Ley Orgánica del Poder Legislativo del Estado de Guerrero Número 231, al titular de la Secretaría Financiera le corresponde “realizar las adquisiciones, proporcionar los servicios y suministrar los recursos materiales que requieran las diversas áreas del Congreso del Estado”.
Bustamante Santín es cercano a Pablo Amílcar Sandoval Ballesteros, coordinador del gobierno federal en Guerrero. También lo fue del finado ex legislador y ex funcionario estatal, Cuauhtémoc Sandoval Ramírez (tío de Pablo Amílcar), con quien colaboró en la Secretaría de los Migrantes y Asuntos Internacionales durante el gobierno de Ángel Aguirre Rivero.
En una entrevista que recientemente concedió a la Agencia de Noticias IRZA, Bustamante Santín informó que el Poder Legislativo erogó 7.1 millones de pesos para adquirir un tablero electrónico y un sistema de intercomunicación y videograbación. Además, la oficina a su cargo gastó 6.8 millones de pesos en el programa denominado “Mantenimiento mayor a la sede del Congreso”.
Llama la atención que la empresa favorecida o que ganó la primera licitación pública nacional para la instalación y adquisición del tablero electrónico, esté asentada en Iguala, ciudad en la que radica desde hace varios años el morenista Antonio Helguera Jiménez, presidente de la Jucopo. ¿Curioso, no?
El tablero electrónico consta de dos macropantallas, así como 46 tabletas, lector de huella digital y micrófono individual.
Desde mi punto de vista el gasto realizado por el Congreso local es innecesario e incongruente con el plan de austeridad que pregonan López Obrador y Morena, ya que los hace ver muy fifís.
Para el diputado Antonio Helguera la adquisición del tablero electrónico es para “eficientar” y mejorar la labor parlamentaria, y es también una herramienta “que fortalece la transparencia” respecto al sentido de las votaciones.
No creo que sea difícil contar a 46 diputados a la hora de votarse una iniciativa u ocurrencia en el salón de sesiones. Es más, no siempre asisten todos. Hay quienes están acostumbrados a pedir permiso para ausentarse.
Además, en Morena hay voces que se han pronunciado en contra de la adquisición del tablero electrónico para el sistema automatizado de votación nominal.
El diputado federal y ex representante de Morena ante el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana, Rubén Cayetano García, por ejemplo, señaló en el mes de enero que es un gasto innecesario que va en contra de la austeridad republicana que promueve el gobierno federal, en tiempos en que se procura ahorrar dinero público para que alcance más a los que menos tienen.
“El sistema electrónico resulta necesario en el parlamento federal porque pueden ser hasta 500 diputados los que votan, de tal manera que si se hiciera de ‘viva voz’ como en el Congreso de Guerrero, cada votación nominal se llevaría mucho tiempo, eso sin contar que muchas veces los legisladores añaden argumentos al sentido de su voto, pero aquí son 46 diputados, apenas el 9.2 por ciento del tamaño de una votación en el Congreso de la Unión, lo que explica meridianamente lo innecesario de la adquisición del costoso tablero en cuestión”, aseveró. (El Faro de la Costa Chica, 29-I-2019).
También ha señalado que el Congreso local ha funcionado así desde siempre y que nunca ha ocurrido una votación nominal equivocada o dudosa que ponga en riesgo las decisiones de los legisladores o del Congreso.
Desafortunadamente Rubén Cayetano fue ignorado por Antonio Helguera, quien es títere de Pablo Amílcar Sandoval: su archi adversario.
A partir de la sesión de este martes, 45 legisladores (de 46) estrenaron juguetito nuevo. Se veían muy felices, muy fifís, especialmente los de Morena. Sí, los que en el pasado reciente condenaron los excesos cometidos por la “mafia del poder”.
Y eso no es todo. Desde hace varias semanas la Jucopo ordenó la instalación de un detector de metales en la entrada del Palacio Legislativo, argumentando que es para “salvaguardar” la integridad física de los legisladores.
Ni en los tiempos dorados del PRI y el PRD se restringía entrar a la “casa del pueblo”.
No cabe duda que los que actualmente controlan el Congreso son unos insensibles, despilfarradores y fifís.
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