-Madurez de un gobernante
Les guste o no, Héctor Astudillo Flores se mueve por todos lados, pero no a lo loco. Su movilidad es palpable.
Emprende acciones e inaugura obras de verdadero impacto social y económico en todas las zonas del estado.
No soy en este espacio muy proclive a manifestar este tipo de reconocimientos.
Ya saben, cuando lo hacemos quienes nos dedicamos a esta noble labor, nos lanzan toda clase de descalificaciones, de “linduras”.
Pero el gobernador de Guerrero se ha dedicado a la chamba. Se le ve, se le siente, por acá, por allá y acullá.
Atiende y resuelve problemas propios de su investidura y muchos otros que atañen a los ayuntamientos y sectores de trabajadores responsabilidad del más alto nivel.
Los casos más visibles, en el ámbito municipal, son los de Acapulco y Chilpancingo.
Y de la mano solidaria de Héctor Astudillo, puedan dar fe las autoridades de esos ayuntamientos: Adela Román Ocampo y Antonio Gaspar Beltrán, respectivamente.
O de lo más reciente, el caso de los trabajadores de la educación que no están en el Fondo de Aportaciones para la Nómina Educativa (FONE).
En este sector el gobierno estatal pagó las primeras cinco quincenas de este 2019 a los 5 mil 743 trabajadores fuera del FONE, pese a que ahora eso es una obligación del gobierno federal.
No hace mucho Héctor Astudillo Flores le dejó bastante claro al presidente Andrés Manuel López Obrador, que su deseo es el de colaborar, pero que si es un estorbo, se apartaba.
Supongo que AMLO también ya lo tiene muy claro. El gobernador de Guerrero coadyuva, no estorba.
A la fregada a qué partidos políticos pertenezcan. Los gobernantes están obligados a trabajar para todos los ciudadanos, en general.
En Guerrero, cuando menos, su gobernador HAF lo entiende así. Y da constancia de ello día tras día. (angelirracar@hotmail.com)