Por Alfredo Guzmán
• ¿El teléfono descompuesto?
En tiempos añejos, se podía argumentar que el teléfono estaba descompuesto y valía justificar motivos para establecer ¿Y por qué no me informaste?
Un gobierno que cumple 100 días lo menos que quiere es que se le incendie la pradera.
Y mucho menos en tiempos de sequía, porque no hay agua ni lluvia que lo apague.
A no ser que las intrigas palaciegas y las aspiraciones de poder, promuevan y alienten el fuego.
Si las señales que surgieron hace unos días, donde el magisterio guerrerense, oficial y disidente, con diferentes demandas, pero que al final de cuentas, estuvieron a punto de arruinar un fin de semana largo, se movilizaron y pusieron a temblar a muchos, no fueron suficientes, habrá que esperar a que el fuego sea real y no habrá forma de apagarlo y puede quemar sueños de muchos.
Unos argumentando que el nuevo gobierno, alienta al magisterio aliado de la maestra Elba Esther a la retoma del poder y el otro movilizándose, reclamando el pago a maestros que se integran en el Fondo de Aportaciones para la Nómina Educativa y Gasto Operativo (FONE).
Este pago lo venía haciendo la Federación y sin decir agua va, lo interrumpieron en enero.
Por gestiones e informes el gobierno federal, no puede argumentar no estar informado. Al menos el gobernador de Guerrero, Héctor Astudillo Flores ha establecido contacto con el titular de Hacienda y con el titular federal de la Secretaría de Educación (SEP). Y bueno, el ex titular de la Secretaría de Educación Guerrero (SEG) José Luis González de la Vega, que ahora es funcionario federal, ni modo que no le hayan preguntado.
Con habilidad y buscando evitar males mayores, el gobierno de Guerrero, ha logrado gestionar el pago transfiriendo partidas presupuestales. Pero en breve, ya no se podrá.
Si la Federación y su Delegado en Guerrero, Pablo Amilcar Sandoval Ballesteros no dimensionan que Guerrero, es un estado que podría poner en peligro la seguridad nacional, cometen una omisión peligrosa.
Pero si esa omisión, es motivada desde Guerrero, también tendrá sus efectos y responsabilidades.
El caso, es que Guerrero, en breve será noticia nacional con la llegada de la Semana Mayor, donde el poder social hace su estancia en Acapulco, Zihuatanejo y Taxco, además de las playas de las Costas se ven abarrotadas.
La organización de la Convención Nacional Bancaria y en su momento el Tianguis Turístico, donde el poder económico nacional y mundial, hacen su estancia en Acapulco, las condiciones para su desarrollo, deberán ser óptimas.
Si para esas fechas el magisterio y otros intereses se movilizan, harán ver las de Caín a los visitantes y al gobierno de Guerrero. Las tomas de carreteras comunes ahora ya en todo el país, no sólo en Guerrero, serán la comidilla.
Y la papa caliente explotará en la cara del gobierno federal, con los reclamos para quienes correspondan.
Motivar el reclamo social, en Guerrero, ha sido juego y negocio político de algunos.
Por eso una solución adecuada y en momentos en que nadie quiere olas altas, sería lo correcto. Prevenir es lo ideal, en circunstancias que podrían ver lo ocurrido en Michoacán y en Hidalgo, donde murieron 132 personas quemadas por negligencia del gobierno, como una fogatita.
Y entonces nadie podrá argumentar que el teléfono estaba descompuesto.
Al tiempo.