Al continuar de manera ardua sus visitas domiciliarias en busca del voto que la lleve a la Cámara de Diputados por el noveno distrito electoral para representar con dignidad a los afrodescendientes y al partido Fuerza por México, la candidata Lily Pinacho recalcó que aceptó esa invitación por convicción de servicio y no por poder.
“Soy una mujer emprendedora, producto del esfuerzo y el sacrificio; nada me ha sido dado y conozco a la perfección el malestar ciudadano por los falsos profetas de cada proceso electoral, es por eso que tengo la calidad moral para ver de frente a cualquier ciudadano y entender su inconformidad”, decía en sus visitas domiciliarias de ayer domingo en la colonia La Máquina y el poblado de El Cayaco, de la zona suburbana y rural del puerto.
En breve entrevista con un reportero señaló que no le molesta la actitud de algunos ciudadanos que le manifiestan no querer saber nada de los político.
“Ello me alienta para escucharlos y después iniciar una interacción con sinceridad y humildad, lo que me ha permitido convencer a muchos de que es hora del cambio y que los candidatos del partido Fuerza por México representamos la mejor opción para una mejor forma de gobernar, ya que son abanderados sin antecedentes negativos, sin cargos de elección popular y representantes de los diferentes sectores de la sociedad como mandata la ley electoral”, dijo.
Destacó que su campaña es austera y en apego a los lineamientos electorales y a los protocolos sanitarios, pero que “ello no quiere decir que no avancemos, porque no venimos a comprar consciencias, sino a convencer de lo que Acapulco, Guerrero y todo México requiere, que es un cambio generacional y respeto a la voluntad popular”.