PEDRO PATRICIO ANTOLINO, CORRESPONSAL | SAN JERONIMO DE JUAREZ, GRO.- Debido a que su madre le prohibió dedicarse al boxeo, Cruz Vicencio Torres, mejor conocido como “Balam Torres” uno de los peleadores más carismáticos en la década de los 80’s en Costa Grande, decidió cambiar su nombre para que su mamá no se diera cuenta que era él, cuando viera las carteleras que anunciaban la función de box que cada sábado se realizaban en su comunidad natal Hacienda de Cabañas, en el municipio de Benito Juárez (San Jerónimo).
El nombre de Balam, según contó en entrevista, lo tomó del Chilam Balam, que es el nombre de varios libros que relatan hechos y circunstancias históricas de la civilización maya, “y Balam me gustó como rimaba con Torres, que es mi segundo apellido, por lo que decidí que mi nombre de boxeador fuera Balam Torres, para que mi mamá no se diera cuenta”, señaló.
“En el libro se habla de lugares donde existen jaguares, cocodrilos y manglares que habitaban los mayas, y yo me imaginaba que se trataba de lugares similares a los que hay en la playa Paraíso de Hacienda de Cabañas, y por eso decidí tomar el nombre de Balam Torres”, recordó el ex pugilista.
El nombre de Balam Torres comenzó a aparecer en las carteleras a finales de la década de 1970. Primero en peleas a cuatro rounds, después se hicieron de seis y luego de ocho, por la contundencia con que le ganaba a sus rivales en las diferentes arenas boxísticas en las que se presentó en pueblos de los municipios de Atoyac, Tecpan, Petatlán, Coyuca de Benítez y Zihuatanejo, donde lo seguían pescadores, tarrayeros, pangueros, bajadores de coco de su pueblo natal, que formaban parte del abarrotado público que asistía a presenciar las peleas.
El nombre de Emilio Cachas Zamora tiene un significado especial para Balam Torres, pues con él protagonizó tres peleas que son recordadas como de las mejores en la historia del boxeo en la región.
La primera fue en Petatlán, donde Zamora ganó por nocaut técnico en el séptimo round. La segunda fue en Tecpan y fue empate concluidos los 10 rounds y la tercera en la Arena Coliseo de Acapulco, donde después de 10 asaltos los jueces decretaron empate nuevamente, pero quedaba la mesa puesta para que Torres enfrentara al campeón estatal Elpidio Infante, con quien perdió por encontrarse en mala condición física.
Hoy los días de gloria vividos dentro del box amateur en los años 80, quedaron atrás. La realidad de Balam Torres es muy diferente y complicada. Las restricciones dictadas por las autoridades de la Secretaría de Salud federal (Ssa), como parte de la contingencia sanitaria para prevenir contagios de Covid-19, han limitado su trabajo como prestador de servicios turísticos y el entrenamiento de jóvenes, por lo que la crisis económica por la que atraviesa es aguda, pero trata de salir adelante, dijo, con el recuerdo de los años gloriosos vividos en el boxeo regional y estatal.