Marcial Campuzano| Más de 200 organizaciones de la Sociedad Civil preparan la integración de un gran frente democrático con miras al proceso electoral concurrente de gobernador, ayuntamiento y diputados locales y federales, con el propósito de que otros actores de la sociedad civil y ya no los mismos de siempre, ocupen cargos de elección popular con políticas y proyectos de beneficio directo a la sociedad.
Este encuentro de líderes de transportistas, de universitarios, de sindicatos, de organizaciones campesinas, deportistas, burócratas y de otros sectores de la población se llevará a cabo el próximo domingo en el zócalo de Chilpancingo, con las medidas de sanidad recomendadas por la Secretaría de Salud para evitar contagios de coronavirus covid-19.
El coordinador de la Liga de Comunidades Agrarias y Sindicatos Campesinos Evencio Romero Sotelo, que formará parte del gran bloque de organizaciones conocido como Fuerza Guerrerense Campesina, Obrera y Popular, dijo que comparte el planteamiento que hizo el líder de los diputados priístas del Congreso local Héctor Apreza Patrón, de integran un Frente Democrático con la participación de fuerzas políticas y de organizaciones, “pero esto tiene que ser sin agandalle de los partidos para seguir teniendo el monopolio en las candidaturas”.
La idea del gran bloque de organizaciones es ciudadanizar los procesos electorales sin buscar el poder por el poder mismo, sino para que miembros de la sociedad civil distintos a los que brincan de un cargo a otro, ocupen cargos de elección popular con proyectos y políticas de beneficio directa a la gente, dijo el dirigente campesino.
Una encuesta levantada a nivel nacional que tiene que ver con las 14 gubernaturas que estarán en juego en el próximo proceso electoral, dejó en evidencia un claro desinterés y apatía ciudadana hacia los partidos políticos, lo que significa que en el próximo proceso electoral bajará drásticamente la votación por el desencanto de la gente hacia los partidos y los gobernantes, indicó.
El desinterés ciudadano en las próximas elecciones “obedece a la sarta de cochinadas que se están aventando Morena, el PRI, el PAN y otros partidos”. La encuesta indica, en palabras de Evencio Romero, que el 60 por ciento de los ciudadanos dijeron “que los partidos no representan nada y que los políticos son una bola de mañosos”.
En los tiempos actuales los partidos políticos ya no deben decidir las candidaturas a cargos de elección popular, sino que deben de aceptar las propuestas de los ciudadanos, indicó.
Como ejemplo citó que el ex gobernador panista de Baja California Ernesto Ruffo Appel, propuso que el PAN debe abrirse a candidatos ciudadanos. Esto es una clara muestra que el sistema de partidos está agotado en México, “y fue agotado por la actual clase política por la podredumbre que se echaron todos, lo que generó un desencanto ciudadano”.
Informó que con todas las medidas sanitarias el próximo domingo sostendrán un encuentro en el zócalo de Chilpancingo alrededor de 200 líderes obreros, campesinos, universitarios, transportistas, de colonos, empresarios, de trabajadores burócratas y de otros sectores de la sociedad civil, para integrar un frente común con miras al próximo proceso electoral, ya sea para que se alíen los partidos “o nos iremos como candidatos independientes”.
El objetivo es cambiar la política tradicional en la que son los partidos los que deciden. Lo que se busca es que los partidos sean instrumentos de la sociedad, “para que ya no sigan poniendo a los mismos pinches políticos tradicionales”.
De las organizaciones que conformen el gran frente no necesariamente será candidato a senador, a diputado o a presidente municipal alguien que ya ocupó ese cargo, sino que sean actores distintos porque la gente quiere a otros guerrerenses dirigiendo las políticas públicas, “nosotros hablamos de una revolución de ideas para sustituir a los actores políticos tradicionales”, indicó.
Manifestó que Fuerza Guerrerense tiene como propósito rescatar a México de las políticas fallidas del gobierno federal, que desmantelaron el turismo, a los transportistas, a la industria de la construcción, el campo y la salud con la disminución de los presupuestos y la no realización de obra pública relevante y de alto beneficio social.