Recorte al INAH afectará Palenque, Templo Mayor, restauración y museos

Nayeli Roldán (@nayaroldan)| México es el sexto país a nivel mundial con más sitios declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Tiene 110 mil monumentos históricos, 53 mil zonas arqueológicas, 193 abiertas al público, y 162 museos, todo a cargo del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), pero a 80 años de su fundación, enfrenta un recorte de 75% a su presupuesto en gastos de operación que pone en peligro la conservación del patrimonio histórico del país, justamente su razón de ser.

Para cumplir con sus funciones, el Instituto necesita contratar personal por honorarios, insumos como gasolina, viáticos o la renta de inmuebles en todo el país, gastos incluidos en los capítulos 2000 y 3000 que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público ordenó recortar 75% en toda la administración pública.

La preservación de zonas arqueológicas debe hacerse de manera permanente e incluye la investigación, conservación y mantenimiento tan básico y necesario como combatir hongos y deshierbar alrededor de los edificios arqueológicos, pagados justamente con estos capítulos de gasto.

El mantenimiento es simplemente inaplazable. Sin las labores de preservación veríamos esos sitios convertidos en monte, como ocurre con aquellas zonas que no están abiertas al público, asegura Gustavo Ramírez, secretario general del Sindicato Nacional de Profesores de Investigación Científica y Docencia del INAH.

El director del Instituto, Diego Prieto, pidió a investigadores y directores de los centros de trabajo que de los 1,600 proyectos que el Instituto financia cada año, eligieran el más “meritorio”, para ser financiado, mientras el resto de labores estarían en modo “hibernación”, pero esto coloca a los dirigentes “en un serio dilema y pone en entredicho la razón de la institución”, afirma el antropólogo Gustavo Ramírez.

“Es imposible elegir un solo proyecto”, y menos aún, dejar de pagar el resto de gastos que son ineludibles, como las rentas de los inmuebles del INAH que resguarda acervo y el resto de proyectos de investigación que requieren continuidad. Según les dijo el director, los únicos proyectos que serán aprobados este año son aquellos que no requieren financiamiento, como la redacción de libros o guiones.

Con esta decisión “parecería que el interés del Estado en el patrimonio ha cambiado porque con ese recorte no vamos a poder cumplir con la función social que tenemos encomendada”, acusa Silvia Loza, secretaria general del Sindicato Nacional de Trabajadores Administrativos, Manuales, Técnicos y Profesionistas del INAH.