Por Efraín Flores Maldonado
Desde la etapa colonial, pasando por la Independencia, Reforma, Revolución de 1910 y la modernidad de hoy, la Educación en México se ha extraviado en infinitas formas… y reformas. El proceso educativo en México ha sido espejo y reflejo la Educación en España y en otras partes del mundo; sin embargo, los modelos Educativos que hemos copiamos son deficientes y sobre todo vacíos y extraños para nuestra diversidad nativa y mestiza. En ningún método hemos avanzado en excelencia en el logro educativo y a medio tramo, establecemos nuevos planes y programas de estudio. El silabeo, el deletreo, la memorización, el positivismo, la escuela nueva, la escuela activa, el constructivismo, el aprendizaje cooperativo, la investigación elemental y tecnológica y aprender a aprender; todo se ha ensayado y nada ha hecho posible que logremos una creciente educación de calidad. Para ello, se necesita estructura de identidad con cada medio ambiente regional, equipamiento con moderna tecnología y, sobre todo, profesores en todos los niveles educativos poseedores de notable cultura general, excelencia en sus profesiones y un proceso interno-eterno de educación continua, logrando especialidades, maestrías, doctorados y posdoctorados. Soñar sin dejar de actuar mientras se camina por el sendero de una pretendida excelencia; no hay otro camino. Toda Reforma debe construir excelencia educativa en enseñanza y aprendizajes significativos. Que los maestros de preescolar, primaria y secundaria puedan cursar y titularse en maestrías y doctorados; nuestros hijos tendrían mejores oportunidades de un acompañamiento profesional que les permita detonar la “zona próxima de desarrollo” a la que se refiere Lev Vygotsky. Una Reforma educativa seria, debe lograr que los profesores asistan a sus clases, enseñen con aprendizajes útiles y que no cobren sin trabajar. Esta Reforma quedará trunca, manca, lisiada, sino se logran estos fines; cuidar y propicia que los funcionarios de la SEP y los titulares de las Secretarias de Educación en los Estados, tengan también el más alto nivel académico y probada experiencia docente. **Doctor en Ciencias de la Educación*.